Me resulta sorprendente la naturalidad con la que los españoles han asumido, sin preguntar, un recorte brutal en sus derechos y libertades (que personalmente considero es una dictadura). El Gobierno socialcomunista está aprovechando la crisis sanitaria y el estado de alarma para imponer un régimen totalitario en el que las voces de los discrepantes sea perseguida y silenciada.
Camuflando esa censura en una mayor protección de la ciudadanía, el Gobierno avanza en sus planes de amordazar a la prensa crítica. La libertad está siendo secuestrada en España y URGE un movimiento social de respuesta para evitar que el socialcomunismo logre su objetivo. Porque una cosa es que estemos confinados en nuestros domicilios y otra, muy distinta, que pretendan confinar nuestra libertad.
Con un Gobierno crecido por unos superpoderes previstos en la Constitución y necesarios para afrontar la pandemia, la necesidad de un control de la oposición y de la prensa es mayor aún que en condiciones normales. Pero el Ejecutivo insiste en amordazarnos, censurando la prensa crítica y la libertad de expresión/opinión.
¿Cuáles son las armas del Gobierno para amordazarnos?
Para amordazar a la ciudadanía, el Gobierno de España ha desplegado sus mejores armas:
- Neutralizar al Parlamento y al Senado (Sánchez acumula decenas de peticiones de comparecencia).
- Suspender las sesiones de control al Gobierno. Así el Ejecutivo puede seguir decretando lo que le plazca sin dar explicaciones a nadie.
- No informar debidamente a la oposición (ni a las Comunidades Autónomas) acerca de las decisiones unilaterales que toma el Presidente de Gobierno, quien ostenta el Mando Único (tal y como se autoproclamó el 14 de marzo).
- Utilizar el estado de alarma para implementar medidas propias de un estado de excepción (yo más bien diría que de una dictadura).
- Emplear un lenguaje belicista (propaganda de guerra) en las ruedas de prensa, aderezadas con personal de las fuerzas y seguridad del Estado uniformados, para infundir miedo a la población y legitimar el poder del Estado durante el estado de alarma.
- Atacar la libertad de prensa comprando a las televisiones privadas, censurando las preguntas de los periodistas en las ruedas de prensa e incluso vetando a algunos medios de comunicación en las mismas.
- Censurar la opinión crítica de la ciudadanía a través del control de las redes sociales y de la aplicación de un Golpe de Estado Digital, convirtiendo a las Fuerzas de Seguridad del Estado en escudo protector del Gobierno.
- Manipular la opinión pública a través de los barómetros del CIS, organismo convertido en una herramienta al servicio de la propaganda política del Gobierno.
- Reprimir y suprimir las libertades de la ciudadanía a través del miedo y de cuantiosas sanciones en aplicación de la Ley Mordaza (ley que, por cierto, este Gobierno de coalición prometió derogar).
- Y utilizar todo tipo de artimañas y demás trucos sucios para mantenerse en su sillón de Moncloa.
El Parlamento Europeo abordará el 16 de junio el cerrojazo informativo que el Gobierno impuso en los primeros compases del estado de alarma, cuando suspendió el Portal de Transparencia y fijó un polémico filtrado de preguntas en las ruedas de prensa, a petición del abogado español, Sergio Santamaría Santiagosa, que ha denunciado a Bruselas que el Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no ha respetado la libertad de información y ha vulnerado la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
Esta Comisión es la vía para que los ciudadanos europeos puedan llamar la atención sobre posibles vulneraciones por parte de los Estados miembro, y Bruselas entiende que la opacidad del Gobierno de España durante la gestión del coronavirus merece, al menos, ser tenida en cuenta.