Las líneas del autoritarismo avanzan empujadas por la pandemia, reforzando regímenes no democráticos y tensando a aquellos que sí lo son. Cuatro instituciones han medido el funcionamiento democrático global en 2020 y concluyen que la pandemia ha hecho retroceder la democracia y avanzar la tiranía, agudizando un proceso que venía de atrás.
Este retroceso democrático hay que entenderlo en el marco de una respuesta a una pandemia. Es decir, en España sería aberrante una limitación de derechos como la sufrida desde marzo de 2020 sin una justificación sanitaria.
Pero los cuatro informes hilan fino. No se limitan a citar las medidas de recorte de derechos, sino que analizan su idoneidad y proporcionalidad, así como el posible acompañamiento de las mismas de otras que atacan libertades, derogan derechos, reprimen la respuesta popular con fuerza excesiva o persiguen a minorías, opositores o medios...
La evolución “preocupante” afecta al 90% de los países que ya no son democráticos y al 43% que sí lo son. “La pandemia parece profundizar la autocratización” en un mundo que ya estaba “enfermo democráticamente", señala el informe.
¿Y España? El informe de IDEA da a España el estatus de democracia de "alta calidad", si bien hace una mención a las críticas suscitadas en la UE a una reforma del Poder Judicial impulsada por el Gobierno en octubre de 2020.
“116 de un total de 167 países (69,4%) registraron descensos”. La UE perdió dos “democracias plenas”, Francia y Portugal, que pasan a ser “defectuosas”.
¿Y España? Según este informe, nuestro país está en el puesto 22 (de 23) de las consideradas “democracias plenas”. A puntito de salir de la lista, vamos.
Tres datos del año pandemia:
1) Casi el 75% de la población mundial vive en un país que sufrió un deterioro.
2) La proporción de países no libres es hoy la más alta de los últimos 15 años.
3) El número de países con una mejora neta de la puntuación para 2020 fue el más bajo desde 2005. El informe muestra una especial preocupación por Estados Unidos, China, Rusia e India.
Freedom in the World a nivel global, lanza un mensaje inquietante: “Las respuestas oficiales al covid-19 han sentado las bases para los excesos gubernamentales que podrían afectar a la democracia en los próximos años”.
Y pone deberes a los demócratas: “Los enemigos de la libertad han impulsado la falsa narrativa de que la democracia está en declive porque es incapaz de atender las necesidades de la gente. En realidad, está en declive porque sus ejemplos más destacados no están haciendo lo suficiente para protegerla”.
¿Y España? Este informe sitúa a España en el puesto 46º de las democracias del mundo con 90 puntos sobre 100, aunque afea a las autoridades de nuestro país haber “tratado de limitar el escrutinio público” de sus tomas de decisiones.
¿Y España? Según este informe, nuestro país está en el puesto 93 de 144 (siendo el 144 el mejor) y le atribuye vulneraciones “menores” en restricciones a los medios y abuso de la fuerza, y más graves por la limitación temporal de sus medidas.
* En España, como en Hungría, el estado de alarma está permitiendo gobernar por decreto en asuntos que exceden la pandemia.
* En España, como en Indonesia, se recurre al ejército y a otras fuerzas de seguridad como actores clave en su respuesta a la pandemia, protagonizando restricciones a las libertades de expresión y asociación.
* En España, como en India, se está reprimiendo a los críticos contra el gobierno.
* En España, como en Argelia, se ha modificado el código penal para dar respuesta a la pandemia, que incluye la tipificación de la difusión de fake news.
* En España, como en África Occidental, han proliferado restricciones y prohibiciones a la población sin base científica.
* En España, como en EEUU, se ha incurrido en violencia policial con el consentimiento de la "ley de la patada" que permite a las fuerzas del orden asediar tu domicilio cuando, por ejemplo, excedes el número máximo de personas que el gobierno te permite reunir en tu salón.
* En España, como en Venezuela, el presidente de gobierno ha aprovechado la crisis para aumentar, no solo el control social, sino también sobre el resto de instituciones.
Vivimos en una dictadura sanitaria al mas puro estilo orwelliano.
“CONFÍA EN TU GOBIERNO, NO ES CENSURA, ES PROTECCIÓN”
“UN BUEN CIUDADANO OBEDECE, CONFÍA EN TU GOBIERNO”.
Los recortes en libertades, las censuras en medios y redes sociales, incluso las amenazas de prisión de hasta 5 años para aquellos que disientan del mensaje Sanchista, no es propio de un régimen de libertad.
¿La justificación? Una pandemia global.
¿La excusa? Otros países también lo hacen.
¡Y se quedan tan panchos!
Vivimos instalados en una tiranía sanitaria. Si hace unos días la UE dio el primer golpe de mano con la implantación del pasaporte sanitario, ahora es España como laboratorio social en cabeza del Nuevo Orden Mundial en Europa la se apresura a ser el primer país en seguir los dictámenes de la élite globalista.
El plan de la élite globalista es que todas las personas del mundo se vean obligadas de forma coercitiva a usar "pasaportes covid" junto a la vacunación coercitiva. La vacunación contra el Covid-19 es voluntaria, pero se transforma en algo coercitivo cuando los gobiernos intentan implantar "pasaportes sanitarios de vacunación" para poder viajar de un país a otro, moverse dentro de un mismo país o incluso trabajar en tu mismo país.
Un "pasaporte de vacunación" es del todo coercitivo, antidemocrático y ilegal, ya que obliga a la persona a vacunarse para poder moverse, trabajar o viajar de forma voluntaria. Eso sin contar el recorte de libertades y derechos que puede implicar al ser aplicado de varias formas distintas por cada país distinto del mundo. Por lo tanto lo que está tratando de hacer el Gobierno de España es totalmente ilegal, mezquino y coercitivo para cualquiera que tenga dos dedos de frente.
Y eso es precisamente lo que está pasando, no solo en España, sino a nivel mundial.
Este retroceso democrático hay que entenderlo en el marco de una respuesta a una pandemia. Es decir, en España sería aberrante una limitación de derechos como la sufrida desde marzo de 2020 sin una justificación sanitaria.
Pero los cuatro informes hilan fino. No se limitan a citar las medidas de recorte de derechos, sino que analizan su idoneidad y proporcionalidad, así como el posible acompañamiento de las mismas de otras que atacan libertades, derogan derechos, reprimen la respuesta popular con fuerza excesiva o persiguen a minorías, opositores o medios...
Informe del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (International IDEA)
Según el IDEA, el 61% de los países aplicaron medidas contra el covid-19 “preocupantes” para la “democracia y los derechos humanos”, al ser “desproporcionadas, ilegales, indefinidas o innecesarias en relación con la amenaza sanitaria”.La evolución “preocupante” afecta al 90% de los países que ya no son democráticos y al 43% que sí lo son. “La pandemia parece profundizar la autocratización” en un mundo que ya estaba “enfermo democráticamente", señala el informe.
¿Y España? El informe de IDEA da a España el estatus de democracia de "alta calidad", si bien hace una mención a las críticas suscitadas en la UE a una reforma del Poder Judicial impulsada por el Gobierno en octubre de 2020.
Informe de The Economist
La puntuación global del Índice de Democracia de The Economist cae en 2020 de 5,44 a 5,37, la más baja desde que empezó a publicarse, en 2006. Las caídas afectaron a todas las áreas del mundo, algo que no ocurría desde 2010. The Economist deja un sombrío balance global: “Los ciudadanos experimentaron el mayor retroceso de las libertades individuales jamás emprendido por los gobiernos en tiempos de paz (y quizás incluso en tiempos de guerra)”.“116 de un total de 167 países (69,4%) registraron descensos”. La UE perdió dos “democracias plenas”, Francia y Portugal, que pasan a ser “defectuosas”.
¿Y España? Según este informe, nuestro país está en el puesto 22 (de 23) de las consideradas “democracias plenas”. A puntito de salir de la lista, vamos.
Informe de Freedom in the World
El informe Freedom in the World lleva un encabezado elocuente: “Democracia bajo asedio”. “Los defensores de la democracia sufrieron nuevas y cuantiosas pérdidas en su lucha contra los enemigos autoritarios, lo que inclinó la balanza internacional a favor de la tiranía”, afirma el informe.Tres datos del año pandemia:
1) Casi el 75% de la población mundial vive en un país que sufrió un deterioro.
2) La proporción de países no libres es hoy la más alta de los últimos 15 años.
3) El número de países con una mejora neta de la puntuación para 2020 fue el más bajo desde 2005. El informe muestra una especial preocupación por Estados Unidos, China, Rusia e India.
Freedom in the World a nivel global, lanza un mensaje inquietante: “Las respuestas oficiales al covid-19 han sentado las bases para los excesos gubernamentales que podrían afectar a la democracia en los próximos años”.
Y pone deberes a los demócratas: “Los enemigos de la libertad han impulsado la falsa narrativa de que la democracia está en declive porque es incapaz de atender las necesidades de la gente. En realidad, está en declive porque sus ejemplos más destacados no están haciendo lo suficiente para protegerla”.
¿Y España? Este informe sitúa a España en el puesto 46º de las democracias del mundo con 90 puntos sobre 100, aunque afea a las autoridades de nuestro país haber “tratado de limitar el escrutinio público” de sus tomas de decisiones.
Informe de V-Dem
El informe Retroceso pandémico, de V-Dem (un proyecto de la Universidad de Gotemburgo), monitoriza la posible vulneración de normas democráticas en 144 países. La mayor concentración de violaciones se produjo en países de renta baja y media-baja del África Subsahariana, aunque la situación también fue grave en Europa del Este, Asia Central y América Latina.¿Y España? Según este informe, nuestro país está en el puesto 93 de 144 (siendo el 144 el mejor) y le atribuye vulneraciones “menores” en restricciones a los medios y abuso de la fuerza, y más graves por la limitación temporal de sus medidas.
La tiranía Sanchista en España
El estado de alarma, por concepto, no es lo mejor democráticamente y se corre el riesgo de normalizarlo si transcurre demasiado tiempo.* En España, como en Hungría, el estado de alarma está permitiendo gobernar por decreto en asuntos que exceden la pandemia.
* En España, como en Indonesia, se recurre al ejército y a otras fuerzas de seguridad como actores clave en su respuesta a la pandemia, protagonizando restricciones a las libertades de expresión y asociación.
* En España, como en India, se está reprimiendo a los críticos contra el gobierno.
* En España, como en Argelia, se ha modificado el código penal para dar respuesta a la pandemia, que incluye la tipificación de la difusión de fake news.
* En España, como en África Occidental, han proliferado restricciones y prohibiciones a la población sin base científica.
* En España, como en EEUU, se ha incurrido en violencia policial con el consentimiento de la "ley de la patada" que permite a las fuerzas del orden asediar tu domicilio cuando, por ejemplo, excedes el número máximo de personas que el gobierno te permite reunir en tu salón.
* En España, como en Venezuela, el presidente de gobierno ha aprovechado la crisis para aumentar, no solo el control social, sino también sobre el resto de instituciones.
Vivimos en una dictadura sanitaria al mas puro estilo orwelliano.
“CONFÍA EN TU GOBIERNO, NO ES CENSURA, ES PROTECCIÓN”
“UN BUEN CIUDADANO OBEDECE, CONFÍA EN TU GOBIERNO”.
Los recortes en libertades, las censuras en medios y redes sociales, incluso las amenazas de prisión de hasta 5 años para aquellos que disientan del mensaje Sanchista, no es propio de un régimen de libertad.
¿La justificación? Una pandemia global.
¿La excusa? Otros países también lo hacen.
¡Y se quedan tan panchos!
Vivimos instalados en una tiranía sanitaria. Si hace unos días la UE dio el primer golpe de mano con la implantación del pasaporte sanitario, ahora es España como laboratorio social en cabeza del Nuevo Orden Mundial en Europa la se apresura a ser el primer país en seguir los dictámenes de la élite globalista.
El plan de la élite globalista es que todas las personas del mundo se vean obligadas de forma coercitiva a usar "pasaportes covid" junto a la vacunación coercitiva. La vacunación contra el Covid-19 es voluntaria, pero se transforma en algo coercitivo cuando los gobiernos intentan implantar "pasaportes sanitarios de vacunación" para poder viajar de un país a otro, moverse dentro de un mismo país o incluso trabajar en tu mismo país.
Un "pasaporte de vacunación" es del todo coercitivo, antidemocrático y ilegal, ya que obliga a la persona a vacunarse para poder moverse, trabajar o viajar de forma voluntaria. Eso sin contar el recorte de libertades y derechos que puede implicar al ser aplicado de varias formas distintas por cada país distinto del mundo. Por lo tanto lo que está tratando de hacer el Gobierno de España es totalmente ilegal, mezquino y coercitivo para cualquiera que tenga dos dedos de frente.
Bajo la excusa de la salud generalizada no se pueden bajo ningún concepto recortar, erosionar o ir eliminando de forma progresiva las libertades y derechos de las personas.
Y eso es precisamente lo que está pasando, no solo en España, sino a nivel mundial.