Cada vez que el Gobierno siente el aliento de los ciudadanos que, hartos de improvisaciones y caprichos, se movilizan para protestar contra él, la factoría Redondo se saca de la chistera un conejo. ¡Cómo han de estar las encuestas y cómo los nervios en Moncloa para convocar a los medios un domingo por la tarde!
El domingo 22 de noviembre miles de automóviles salieron a las calles por toda España para protestar contra la ley Celaá, y esa imagen iba a ser la portada del lunes 23 en la mayoría de los periódicos. Así que el mismo domingo por la tarde, Sánchez compareció para anunciar su plan de vacunación, un plan que iba a ser comunicado a la opinión pública el martes 24, tras su aprobación en el Congreso. De esta forma, el súper plan de vacunas anti-Covid de Sánchez compartió las portadas con el gran cabreo ciudadano por la ley anti-educación.
El Consejo de Ministros aprobó el 24 de noviembre un plan de vacunación para toda España con el que prevé vacunar a una "parte sustancial" de la población (un 70%) en el primer semestre de 2021. O sea, que tenemos un plan de vacunación, pero no tenemos las vacunas (aún no han concluido los ensayos, y por tanto, no tienen la autorización comercial de la Agencia Europea del Medicamento).
Los contratos firmados por la Comisión Europea van a llegar hasta 1.400 millones de dosis, unas 800 millones de inmunizaciones, de las cuales a España le correspondería el 10%, o sea, 80 millones, casi el doble de la población española (en previsión de que alguna de las vacunas no llegue a buen puerto). Los Presupuestos Generales del Estado de 2021 prevén 1.000 millones de euros para vacunas. Estas compras adelantadas tienen muchos riesgos, porque podría suceder que estas vacunas finalmente no estuvieran disponibles y se habría comprado humo. [De hecho, en enero de 2021 ya está habiendo problemas con las farmacéuticas. Lo cuento en El negocio sucio de las vacunas]
Sánchez también anunció: "No habrá distintas estrategias de vacunación, sino una sola". O sea, vuelve el mando único; como en la yenka, unos días toca co-gobernanza, otros el mando único en forma de ojo triangular de Sánchez. Esto de una única estrategia de vacunación viene a colación de que la Generalitat catalana ha ido por libre, no solo comprando 350.000 vacunas de Pfizer, sino anunciando su propio plan de vacunación, que comenzará a finales de enero.
[Actualización 18 Diciembre:] El Ejecutivo se limita a entregar las vacunas y deja en manos de las comunidades toda la tarea logística, de personal y de administración. Resultado: 17 planes de vacunación.
Además, saca pecho al anunciar el presidente que "habrá 13.000 puntos de vacunación en todo el país". Podría creerse que el Gobierno se prepara para crearlos en unos pocos días en un esfuerzo hercúleo sin precedentes. Podríamos creer que existen infraestructuras, músculo y capacidad para ponerlos en funcionamiento a principios del próximo año. Podría, pero no es así. Esos 13.000 centros que anunció Sánchez están ya ahí. En realidad, estaban antes de que llegara este señor a La Moncloa, porque no son otra cosa que los 13.000 centros de salud que hay en toda España, y en donde se ha vacunado toda la vida a los españoles. Es decir, que ha descubierto los ambulatorios.
Además, añadió que el acceso a la vacuna será "equitativo" y que el Gobierno "va a garantizar" que todos los grupos "priorizados" tengan acceso a la vacuna. Será gratuita para toda la población.
¿Cuáles son estos grupos de la élite? El documento establece 18 grupos poblacionales ordenados por "criterios éticos de necesidad, equidad, beneficio social y reciprocidad". Se establecen cuatro tipos de riesgo: riesgo de mortalidad, de exposición a la enfermedad, de impacto socioeconómico y de transmisión de la enfermedad.
Así, el orden de privilegiados en la vacunación será el siguiente: personas mayores que viven en residencias y sus cuidadores, personal sanitario, mayores de 80, 70, 65 años que no vivan en residencias, adultos con enfermedades crónicas, personas con algún tipo de discapacidad y grandes dependientes (incluye a "aquellas que hayan solicitado el reconocimiento" y también a las que no lo hayan solicitado aún pero este esté "médicamente acreditado" por tener enfermedades que requieran intensas medidas de apoyo), trabajadores de los servicios esenciales (incluyendo agentes de las fuerzas de seguridad del Estado), empleados que no puedan teletrabajar, y por último, el resto de la población (ya en pleno verano), comenzando por los adultos (sin patologías y con opción de teletrabajar) y terminando con los menores.
El calendario de vacunación se hará en tres etapas. La primera entre enero y marzo de 2021 (para ancianos que se encuentran en residencias, los sanitarios que los cuidan, demás personal sanitario de hospitales y Atención Primaria y las personas dependientes que vivan en residencias institucionalizadas; alrededor de 2,5 millones de personas), la segunda entre marzo y junio, y la tercera (para el resto de los mortales) a continuación.
¿Quién ha diseñado este plan de vacunación? Por supuesto ¡un comité de expertos! El grupo está formado por 8 sociedades científicas (como la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas, la Asociación Española de Vacunología (AVP) o la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria), dos personas del Comité de Bioética, un sociólogo de la Universidad Autónoma de Madrid, un experto en metodología de la investigación sobre evaluación de programas de vacunación, y cuatro matemáticos del Instituto de Salud Carlos III (representantes del Centro Nacional de Epidemiología, la Dirección General de Salud Pública, de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que dirige Fernando Simón).
En mi opinión, este plan es completamente absurdo, tanto por los grupos preferentes que han establecido como por el calendario fijado. (Siempre teniendo en cuenta que en una primera fase hay ESCASEZ de vacunas, y se debe mirar muy mucho a quién se destinan).
Respecto a los grupos prioritarios: Lo primero que se debería atajar son los contagios (que están disparados y no hay forma de controlar). ¿Y quién tiene más probabilidad de contagiarse y contagiar? La población en general, la que va diariamente a trabajar o a estudiar, que tiene gran movilidad geográfica y mucho contacto humano, no los abueletes o personas dependientes que no salen de sus residencias u hogares. Y en esto Indonesia (4º país más poblado del mundo) me da la razón: ha apostado por vacunar primero a los jóvenes en lugar de a los mayores, ya que consideran son los que más propagan el virus.
[Actualización 3 febrero 2021: Varios países europeos se están planteando cambiar sus planes de vacunación y seguir la estrategia de Indonesia].
El personal sanitario tampoco debería ser grupo prioritario, ellos sí están en primera línea pero tienen cómo protegerse (EPIs y demás material de protección). Además, muchos de ellos ya disponen de anticuerpos al haberse contagiado (lamentablemente) durante la pandemia.
También hay que plantear otra cuestión: ¿se debe vacunar a quienes ya han pasado el Covid (y por tanto, tienen inmunidad natural)? En mi opinión, en un momento como éste, en el que no disponemos de dosis sufcientes para toda la población, NO. Y en la de muchos científicos tampoco. La Sociedad Española de Inmunología ha emitido un comunicado posicionándose en este debate, apostando por no vacunar a los ya inmunizados menores de 60 años.
Otra pregunta importante que está surgiendo a medida que se implementan las vacunas es si las personas que ya han pasado el Covid-19 deberían recibir una o las dos dosis de las vacunas de ARNm actualmente autorizadas, ya que se está observando que la primera dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna causa más efectos adversos en las personas que ya han superado la enfermedad.
Respecto al calendario: Establecer fases de vacunación puede ser necesario en grandes urbes para no colapsar la Atención Primaria, pero no en localidades más pequeñas. O sea, en mi pueblo, en enero van a vacunar a los mayores, al médico y a la enfermera del ambulatorio en una mañana (mes de enero), y no podrán seguir vacunando a otros colectivos hasta pasados unos meses, aunque tengan capacidad para ello. Se pierde un tiempo precioso que se debería aprovechar para alcanzar la inmunidad de grupo (si es que existe) mucho antes.
En fin, un nuevo Aló Presidente un domingo por la tarde para marcar la agenda del lunes y quitar espacio a la caravana naranja. Entre las cosas que no dijo está la más importante: ¿será obligatoria la vacuna? En este sentido, dijo que habrá un sistema de registro para el seguimiento de la vacunación contra el coronavirus para quienes "decidan libremente" vacunarse; o sea, deja entrever que vacunarse será voluntario. ¿Y qué pasará si la mitad de la población se niega a que se la suministren (como estiman todas las encuestas)?
Sí, será "voluntario" vacunarse pero las empresas podrán despedir a los trabajadores que decidan no vacunarse e incluso podrán negarse a contratar a personas que no estén vacunadas contra el Covid-19. Para ello, las empresas tendrán que incluir esta condición (la de la vacunación contra el coronavirus) dentro de su plan de prevención de riesgos laborales. ¡Viva la libertad individual!
[Actualización 23 febrero 2021: La vacunación será obligatoria en Galicia. No ponerse la inyección "injustificadamente" se catalogará (según una nueva ley promulgada por la Xunta) como "infracción leve" y conllevará una sanción de entre 1.000 y 3.000 euros. Sin embargo, abre la puerta a considerarse "infracción grave", con multas de entre 3.001 y 60.000€, "cuando la negativa pueda suponer un riesgo o un daño grave para la salud del población".]
Entre las medidas que sí anunció Sánchez caben destacar dos. La primera que "la prioridad debe ser evitar una tercera ola". Con esta afirmación ha descubierto la pólvora, pero no se da cuenta de que ya estamos inmersos en la tercera, y que la de enero será la cuarta ola. La segunda, que estas Navidades van a ser diferentes de las que hemos conocido siempre, en las que "tendremos que permanecer a la distancia de nuestros seres queridos en vez de abrazarlos", sentenció. Y con esta forma pueril e indecente de solemnizar lo obvio se quedó tan pancho. Vergüenza ajena.
[Actualización 17 diciembre 2020:] El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a faltar a la verdad en sede parlamentaria. Y lo ha hecho al afirmar que la Estrategia Nacional de Vacunación está disponible en el Boletín Oficial del Estado, algo que no es cierto y que los propios partidos de la oposición le han reprochado en la réplica a su comparecencia de hoy en el Congreso. El Plan de Vacunación NUNCA fue publicado en el BOE.
Las primeras vacunas en llegar a España serán: AstraZenaca, Pfizer y Moderna. (En otro artículo vemos sus diferencias).
El resultado es el descontrol absoluto: hay comunidades que han desperdiciado centenares de sueros y otras, no. Hay territorios que han frenado la inmunización reservando dosis y otras que no tenían para completar la pauta en los vacunados con la primera. Hay regiones que han decidido vacunar a los sanitarios de la privada y otras que los han excluido. Tampoco dibuja el plan con nitidez los grupos prioritarios para recibir la vacuna, y en qué fase. Y a ello se une ahora que la vacuna de Astrazeneca no se administrará en mayores de 55 años, lo que requiere un re-diseño en el plan de vacunación, que tendrán que hacer las Comunidades.
Actualización 10 febrero 2021: La tercera actualización del plan de vacunación, del 9 de febrero, retrasa 6 meses la vacunación del personal sanitario y esencial menor de 55 años (que no sean colectivo de riesgo) que haya superado la enfermedad (asintomática o sintomática, e independientemente de la gravedad), si ésta ha sido diagnosticada en los 6 meses anteriores a su turno de vacunación. Asimismo, este retraso se contempla también para los mismos colectivos que hayan sido diagnosticados de covid-19 después de recibir la primera dosis; en ese caso la segunda dosis se podrá aplazar 6 meses.
El hecho de que la vacuna de AstraZeneca se recomiende solo a adultos menores de 55 años obliga a cambios sustanciales en el plan de vacunación, en función de a quién vaya dirigida cada vacuna. Se abren pues dos vías simultáneas: los que recibirán las vacunas de Pfizer y de Moderna, y los que recibirán la de Astrazeneca.
* Pfizer y de Moderna: usuarios de residencias, trabajadores sanitarios y sociosanitarios de primera y segunda línea, grandes dependientes, mayores de 80 años, personal de odontología, higiene dental y otros que tengan contacto directo con pacientes, trabajadores sociosanitarios de residencias y que acuden a domicilios de grandes dependientes.
* Astrazeneca: trabajadores sanitarios y sociosanitarios (personal de servicios de inspección sanitaria, medicina legal y forense, consultas médicas privadas, servicios de ayuda a domicilio, centros de menores y centros de día, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, personal de oficinas de farmacia, protésicos dentales, logopedas y personal de psicología clínica), trabajadores de instituciones penitenciarias, trabajadores de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Emergencias y Fuerzas Armadas, docentes de educación infantil, necesidades educativas especiales, educación primaria y secundaria. Tras ellos, la población de entre 45 y 54 años.
[Actualización 17 febrero 2021: Otro cambio más. Ahora se aparca la inmunización por colectivos concretos y se apuesta por administrar las dosis por grupos de edad. Tras los grandes dependientes, irán las personas de 80 o más años, luego las de 70 a 79 años, y después a los que tienen entre 60 y 69 años. Incluyen a continuación un grupo, el de los menores de 60 años con condiciones de riesgo alto por padecer enfermedad grave por Covid-19. Todos ellos recibirán las vacunas de Pfizer y Moderna.
Las personas de entre 56 y 59 años tienen el doble de riesgo de morir que los de 45-55, pero no se les inmuniza antes porque todavía no hay una vacuna adecuada y disponible para ellos. Pfizer y Moderna son adecuadas para este grupo, pero no hay vacunas suficientes para todos.]
[Actualización 26 febrero 2021: La Actualización número 4 de la “Estrategia de vacunación" incluye a personas de edades comprendidas entre los 56 y 59 años. Además, recomienda en los mayores de 55 años con diagnóstico de infección que han recibido la 1ª dosis, la inoculación de la 2ª cuando estén completamente recuperadas y haya finalizado el período de aislamiento. En las personas con menos de 55 años que hayan pasado la infección de forma sintomática o asintomática sólo se administrará una dosis de vacuna, 6 meses después de la infección. No será necesaria la realización de pruebas serológicas ni antes ni después de estas vacunaciones.]
[Actualización 30 marzo 2021: La Actualización número 5 de la “Estrategia de vacunación" especifica que la vacuna de Janssen se utilizará a partir de los 18 años de edad, de manera simultánea a las vacunas de ARNm y de AstraZeneca, priorizando a los grupos de mayor edad. No se utilizará esta vacuna en personas que por antecedente de infección sólo precisen una dosis. Se amplía la edad de utilización de la vacuna de AstraZeneca hasta los 65 años de edad. Se completará la vacunación de los colectivos esenciales y se comenzará a vacunar al grupo 8 (personas entre 56 y 65 años), comenzando por las personas nacidas en 1956. Se comenzará a vacunar a las personas con condiciones de alto riesgo, de manera simultánea al grupo 5B (personas de 70 a 79 años), preferentemente con vacunas de ARNm. En las personas menores de 65 años de edad con antecedente de infección asintomática o sintomática se administrará una sola dosis de vacuna, transcurridos 6 meses de la fecha de padecimiento o diagnóstico de la infección.]
El domingo 22 de noviembre miles de automóviles salieron a las calles por toda España para protestar contra la ley Celaá, y esa imagen iba a ser la portada del lunes 23 en la mayoría de los periódicos. Así que el mismo domingo por la tarde, Sánchez compareció para anunciar su plan de vacunación, un plan que iba a ser comunicado a la opinión pública el martes 24, tras su aprobación en el Congreso. De esta forma, el súper plan de vacunas anti-Covid de Sánchez compartió las portadas con el gran cabreo ciudadano por la ley anti-educación.
El Consejo de Ministros aprobó el 24 de noviembre un plan de vacunación para toda España con el que prevé vacunar a una "parte sustancial" de la población (un 70%) en el primer semestre de 2021. O sea, que tenemos un plan de vacunación, pero no tenemos las vacunas (aún no han concluido los ensayos, y por tanto, no tienen la autorización comercial de la Agencia Europea del Medicamento).
Los contratos firmados por la Comisión Europea van a llegar hasta 1.400 millones de dosis, unas 800 millones de inmunizaciones, de las cuales a España le correspondería el 10%, o sea, 80 millones, casi el doble de la población española (en previsión de que alguna de las vacunas no llegue a buen puerto). Los Presupuestos Generales del Estado de 2021 prevén 1.000 millones de euros para vacunas. Estas compras adelantadas tienen muchos riesgos, porque podría suceder que estas vacunas finalmente no estuvieran disponibles y se habría comprado humo. [De hecho, en enero de 2021 ya está habiendo problemas con las farmacéuticas. Lo cuento en El negocio sucio de las vacunas]
Sánchez también anunció: "No habrá distintas estrategias de vacunación, sino una sola". O sea, vuelve el mando único; como en la yenka, unos días toca co-gobernanza, otros el mando único en forma de ojo triangular de Sánchez. Esto de una única estrategia de vacunación viene a colación de que la Generalitat catalana ha ido por libre, no solo comprando 350.000 vacunas de Pfizer, sino anunciando su propio plan de vacunación, que comenzará a finales de enero.
[Actualización 18 Diciembre:] El Ejecutivo se limita a entregar las vacunas y deja en manos de las comunidades toda la tarea logística, de personal y de administración. Resultado: 17 planes de vacunación.
Además, saca pecho al anunciar el presidente que "habrá 13.000 puntos de vacunación en todo el país". Podría creerse que el Gobierno se prepara para crearlos en unos pocos días en un esfuerzo hercúleo sin precedentes. Podríamos creer que existen infraestructuras, músculo y capacidad para ponerlos en funcionamiento a principios del próximo año. Podría, pero no es así. Esos 13.000 centros que anunció Sánchez están ya ahí. En realidad, estaban antes de que llegara este señor a La Moncloa, porque no son otra cosa que los 13.000 centros de salud que hay en toda España, y en donde se ha vacunado toda la vida a los españoles. Es decir, que ha descubierto los ambulatorios.
Además, añadió que el acceso a la vacuna será "equitativo" y que el Gobierno "va a garantizar" que todos los grupos "priorizados" tengan acceso a la vacuna. Será gratuita para toda la población.
¿Cuáles son estos grupos de la élite? El documento establece 18 grupos poblacionales ordenados por "criterios éticos de necesidad, equidad, beneficio social y reciprocidad". Se establecen cuatro tipos de riesgo: riesgo de mortalidad, de exposición a la enfermedad, de impacto socioeconómico y de transmisión de la enfermedad.
Así, el orden de privilegiados en la vacunación será el siguiente: personas mayores que viven en residencias y sus cuidadores, personal sanitario, mayores de 80, 70, 65 años que no vivan en residencias, adultos con enfermedades crónicas, personas con algún tipo de discapacidad y grandes dependientes (incluye a "aquellas que hayan solicitado el reconocimiento" y también a las que no lo hayan solicitado aún pero este esté "médicamente acreditado" por tener enfermedades que requieran intensas medidas de apoyo), trabajadores de los servicios esenciales (incluyendo agentes de las fuerzas de seguridad del Estado), empleados que no puedan teletrabajar, y por último, el resto de la población (ya en pleno verano), comenzando por los adultos (sin patologías y con opción de teletrabajar) y terminando con los menores.
El calendario de vacunación se hará en tres etapas. La primera entre enero y marzo de 2021 (para ancianos que se encuentran en residencias, los sanitarios que los cuidan, demás personal sanitario de hospitales y Atención Primaria y las personas dependientes que vivan en residencias institucionalizadas; alrededor de 2,5 millones de personas), la segunda entre marzo y junio, y la tercera (para el resto de los mortales) a continuación.
¿Quién ha diseñado este plan de vacunación? Por supuesto ¡un comité de expertos! El grupo está formado por 8 sociedades científicas (como la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas, la Asociación Española de Vacunología (AVP) o la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria), dos personas del Comité de Bioética, un sociólogo de la Universidad Autónoma de Madrid, un experto en metodología de la investigación sobre evaluación de programas de vacunación, y cuatro matemáticos del Instituto de Salud Carlos III (representantes del Centro Nacional de Epidemiología, la Dirección General de Salud Pública, de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que dirige Fernando Simón).
En mi opinión, este plan es completamente absurdo, tanto por los grupos preferentes que han establecido como por el calendario fijado. (Siempre teniendo en cuenta que en una primera fase hay ESCASEZ de vacunas, y se debe mirar muy mucho a quién se destinan).
Respecto a los grupos prioritarios: Lo primero que se debería atajar son los contagios (que están disparados y no hay forma de controlar). ¿Y quién tiene más probabilidad de contagiarse y contagiar? La población en general, la que va diariamente a trabajar o a estudiar, que tiene gran movilidad geográfica y mucho contacto humano, no los abueletes o personas dependientes que no salen de sus residencias u hogares. Y en esto Indonesia (4º país más poblado del mundo) me da la razón: ha apostado por vacunar primero a los jóvenes en lugar de a los mayores, ya que consideran son los que más propagan el virus.
[Actualización 3 febrero 2021: Varios países europeos se están planteando cambiar sus planes de vacunación y seguir la estrategia de Indonesia].
El personal sanitario tampoco debería ser grupo prioritario, ellos sí están en primera línea pero tienen cómo protegerse (EPIs y demás material de protección). Además, muchos de ellos ya disponen de anticuerpos al haberse contagiado (lamentablemente) durante la pandemia.
También hay que plantear otra cuestión: ¿se debe vacunar a quienes ya han pasado el Covid (y por tanto, tienen inmunidad natural)? En mi opinión, en un momento como éste, en el que no disponemos de dosis sufcientes para toda la población, NO. Y en la de muchos científicos tampoco. La Sociedad Española de Inmunología ha emitido un comunicado posicionándose en este debate, apostando por no vacunar a los ya inmunizados menores de 60 años.
Otra pregunta importante que está surgiendo a medida que se implementan las vacunas es si las personas que ya han pasado el Covid-19 deberían recibir una o las dos dosis de las vacunas de ARNm actualmente autorizadas, ya que se está observando que la primera dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna causa más efectos adversos en las personas que ya han superado la enfermedad.
Respecto al calendario: Establecer fases de vacunación puede ser necesario en grandes urbes para no colapsar la Atención Primaria, pero no en localidades más pequeñas. O sea, en mi pueblo, en enero van a vacunar a los mayores, al médico y a la enfermera del ambulatorio en una mañana (mes de enero), y no podrán seguir vacunando a otros colectivos hasta pasados unos meses, aunque tengan capacidad para ello. Se pierde un tiempo precioso que se debería aprovechar para alcanzar la inmunidad de grupo (si es que existe) mucho antes.
En fin, un nuevo Aló Presidente un domingo por la tarde para marcar la agenda del lunes y quitar espacio a la caravana naranja. Entre las cosas que no dijo está la más importante: ¿será obligatoria la vacuna? En este sentido, dijo que habrá un sistema de registro para el seguimiento de la vacunación contra el coronavirus para quienes "decidan libremente" vacunarse; o sea, deja entrever que vacunarse será voluntario. ¿Y qué pasará si la mitad de la población se niega a que se la suministren (como estiman todas las encuestas)?
Sí, será "voluntario" vacunarse pero las empresas podrán despedir a los trabajadores que decidan no vacunarse e incluso podrán negarse a contratar a personas que no estén vacunadas contra el Covid-19. Para ello, las empresas tendrán que incluir esta condición (la de la vacunación contra el coronavirus) dentro de su plan de prevención de riesgos laborales. ¡Viva la libertad individual!
[Actualización 23 febrero 2021: La vacunación será obligatoria en Galicia. No ponerse la inyección "injustificadamente" se catalogará (según una nueva ley promulgada por la Xunta) como "infracción leve" y conllevará una sanción de entre 1.000 y 3.000 euros. Sin embargo, abre la puerta a considerarse "infracción grave", con multas de entre 3.001 y 60.000€, "cuando la negativa pueda suponer un riesgo o un daño grave para la salud del población".]
Entre las medidas que sí anunció Sánchez caben destacar dos. La primera que "la prioridad debe ser evitar una tercera ola". Con esta afirmación ha descubierto la pólvora, pero no se da cuenta de que ya estamos inmersos en la tercera, y que la de enero será la cuarta ola. La segunda, que estas Navidades van a ser diferentes de las que hemos conocido siempre, en las que "tendremos que permanecer a la distancia de nuestros seres queridos en vez de abrazarlos", sentenció. Y con esta forma pueril e indecente de solemnizar lo obvio se quedó tan pancho. Vergüenza ajena.
[Actualización 17 diciembre 2020:] El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a faltar a la verdad en sede parlamentaria. Y lo ha hecho al afirmar que la Estrategia Nacional de Vacunación está disponible en el Boletín Oficial del Estado, algo que no es cierto y que los propios partidos de la oposición le han reprochado en la réplica a su comparecencia de hoy en el Congreso. El Plan de Vacunación NUNCA fue publicado en el BOE.
Las primeras vacunas en llegar a España serán: AstraZenaca, Pfizer y Moderna. (En otro artículo vemos sus diferencias).
Cambios en el plan de vacunación
Actualización 7 febrero 2021: El plan de vacunación es otro despropósito más en la cuenta del Gobierno. Ha bastado un mes de campaña para comprobar que no es un plan, porque no planifica nada y porque deja todo al designio autonómico. Por no prever, no preveía un posible parón en el envío de dosis como el que se ha producido, ni la necesidad de agujas especiales para extraer de los viales la sexta dosis por la que, por cierto, Pfizer cobra.El resultado es el descontrol absoluto: hay comunidades que han desperdiciado centenares de sueros y otras, no. Hay territorios que han frenado la inmunización reservando dosis y otras que no tenían para completar la pauta en los vacunados con la primera. Hay regiones que han decidido vacunar a los sanitarios de la privada y otras que los han excluido. Tampoco dibuja el plan con nitidez los grupos prioritarios para recibir la vacuna, y en qué fase. Y a ello se une ahora que la vacuna de Astrazeneca no se administrará en mayores de 55 años, lo que requiere un re-diseño en el plan de vacunación, que tendrán que hacer las Comunidades.
Actualización 10 febrero 2021: La tercera actualización del plan de vacunación, del 9 de febrero, retrasa 6 meses la vacunación del personal sanitario y esencial menor de 55 años (que no sean colectivo de riesgo) que haya superado la enfermedad (asintomática o sintomática, e independientemente de la gravedad), si ésta ha sido diagnosticada en los 6 meses anteriores a su turno de vacunación. Asimismo, este retraso se contempla también para los mismos colectivos que hayan sido diagnosticados de covid-19 después de recibir la primera dosis; en ese caso la segunda dosis se podrá aplazar 6 meses.
El hecho de que la vacuna de AstraZeneca se recomiende solo a adultos menores de 55 años obliga a cambios sustanciales en el plan de vacunación, en función de a quién vaya dirigida cada vacuna. Se abren pues dos vías simultáneas: los que recibirán las vacunas de Pfizer y de Moderna, y los que recibirán la de Astrazeneca.
* Pfizer y de Moderna: usuarios de residencias, trabajadores sanitarios y sociosanitarios de primera y segunda línea, grandes dependientes, mayores de 80 años, personal de odontología, higiene dental y otros que tengan contacto directo con pacientes, trabajadores sociosanitarios de residencias y que acuden a domicilios de grandes dependientes.
* Astrazeneca: trabajadores sanitarios y sociosanitarios (personal de servicios de inspección sanitaria, medicina legal y forense, consultas médicas privadas, servicios de ayuda a domicilio, centros de menores y centros de día, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, personal de oficinas de farmacia, protésicos dentales, logopedas y personal de psicología clínica), trabajadores de instituciones penitenciarias, trabajadores de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Emergencias y Fuerzas Armadas, docentes de educación infantil, necesidades educativas especiales, educación primaria y secundaria. Tras ellos, la población de entre 45 y 54 años.
[Actualización 17 febrero 2021: Otro cambio más. Ahora se aparca la inmunización por colectivos concretos y se apuesta por administrar las dosis por grupos de edad. Tras los grandes dependientes, irán las personas de 80 o más años, luego las de 70 a 79 años, y después a los que tienen entre 60 y 69 años. Incluyen a continuación un grupo, el de los menores de 60 años con condiciones de riesgo alto por padecer enfermedad grave por Covid-19. Todos ellos recibirán las vacunas de Pfizer y Moderna.
Las personas de entre 56 y 59 años tienen el doble de riesgo de morir que los de 45-55, pero no se les inmuniza antes porque todavía no hay una vacuna adecuada y disponible para ellos. Pfizer y Moderna son adecuadas para este grupo, pero no hay vacunas suficientes para todos.]
[Actualización 26 febrero 2021: La Actualización número 4 de la “Estrategia de vacunación" incluye a personas de edades comprendidas entre los 56 y 59 años. Además, recomienda en los mayores de 55 años con diagnóstico de infección que han recibido la 1ª dosis, la inoculación de la 2ª cuando estén completamente recuperadas y haya finalizado el período de aislamiento. En las personas con menos de 55 años que hayan pasado la infección de forma sintomática o asintomática sólo se administrará una dosis de vacuna, 6 meses después de la infección. No será necesaria la realización de pruebas serológicas ni antes ni después de estas vacunaciones.]
[Actualización 30 marzo 2021: La Actualización número 5 de la “Estrategia de vacunación" especifica que la vacuna de Janssen se utilizará a partir de los 18 años de edad, de manera simultánea a las vacunas de ARNm y de AstraZeneca, priorizando a los grupos de mayor edad. No se utilizará esta vacuna en personas que por antecedente de infección sólo precisen una dosis. Se amplía la edad de utilización de la vacuna de AstraZeneca hasta los 65 años de edad. Se completará la vacunación de los colectivos esenciales y se comenzará a vacunar al grupo 8 (personas entre 56 y 65 años), comenzando por las personas nacidas en 1956. Se comenzará a vacunar a las personas con condiciones de alto riesgo, de manera simultánea al grupo 5B (personas de 70 a 79 años), preferentemente con vacunas de ARNm. En las personas menores de 65 años de edad con antecedente de infección asintomática o sintomática se administrará una sola dosis de vacuna, transcurridos 6 meses de la fecha de padecimiento o diagnóstico de la infección.]