Tras la presentación del esperado plan gubernamental, que se antoja insuficiente y superficial, siguen existiendo 17 modelos distintos para la vuelta al cole. Sin embargo, la ministra de Educación y Formación Profesional lo ha vendido como un "acuerdo total" con las Comunidades Autónomas. Tarde, mal y después de semanas generando confusión, el Gobierno ha avalado por fin (a una semana de que comiencen las clases) la teoría de que el nuevo curso escolar debe ser eminentemente presencial para los alumnos de toda España.
El objetivo de la Conferencia Sectorial de Educación celebrada el 27 de agosto era poner en común propuestas para que alumnos y profesorado pudieran afrontar el regreso a las aulas con criterios unificados y no desiguales en función del territorio. La realidad: de las 29 medidas y 5 recomendaciones elaboradas por el departamento de Salvador Illa e Isabel Celaá, sólo un par de ellas se salen de la guía de recomendaciones elaborada el 22 de junio.
Las únicas novedades respecto al borrador publicado hace meses son las del uso obligatorio de la mascarilla a partir de 6 años aunque se pueda mantener la distancia de seguridad; y la firme apuesta por la presencialidad en todos los niveles y el acceso a educación semipresencial a partir de 2º de ESO (antes 4º de la ESO). ¡Pero cómo va a llevar un niño de 6 años puesta la mascarilla durante 6 horas seguidas! Si ya es un auténtico calvario para un adulto.
Es decir, Celáa se ha limitado a ratificar con el concurso de las autonomías pautas muy generales y básicas, como el lavado de manos (mínimo 5 veces al día); la toma de temperatura tanto en domicilio como en el centro (sin especificar quién la realizará y cómo se acreditará si se realiza en casa); ventilar, limpiar y desinfectar con asiduidad; mantener una distancia de 1,5 metros entre alumnos que no pertenezcan a un grupo estable de convivencia; mantener comedor y transporte escolar con medidas básicas de seguridad e higiene; o prohibir el público en eventos deportivos o funciones escolares.
Sin embargo, se han desatendido otras cuestiones básicas para profesores y progenitores, como la bajada del ratio de alumnos por aula (que deberán definir las comunidades autónomas; si se realizarán o no PCR al personal educativo y en qué situaciones; la definición de una modalidad semipresencial con garantías con el refuerzo de la educación online, sobre todo en caso de que la situación se agrave y los centros se vean obligados a cerrar; la contratación de profesorado adicional; o la creación de la figura del enfermero escolar.
Tampoco hay certezas sobre cómo actuar en caso de positivos confirmados en los centros educativos. Sólo se sabe que NO se procederá a la clausura de los colegios, a no ser que se considere que la transmisión se ha descontrolado y generalizado (sin especificar los parámetros), una apuesta cuanto menos arriesgada y que choca con el protocolo adoptado por otros países europeos.
Celáa tampoco concretó con las comunidades autónomas cuál sería el nº de contagios suficiente para proceder al cierre temporal de un colegio, y tan sólo se informó de que en caso de que los positivos se registren en grupos estables de convivencia (previstos para niveles hasta 2º de Primaria) se procederá a decretar cuarentena para toda la clase; mientras que si se dan positivos fuera de los denominados como ‘grupos burbuja’, sólo se tomarán medidas con los «contactos estrechos».
Asimismo, el Plan carece de falta de propuestas para asegurar que las medidas se cumplan, por lo que las familias no tienen la garantía de que el centro al que envían a sus hijos es seguro. El Gobierno no cuenta, explícitamente, con ningún mecanismo para asegurar que el retorno a las aulas sea seguro y que las medidas propuestas estén completamente implantadas en el inicio de curso, ni que se apliquen y respeten a lo largo de todo el periodo lectivo.
Por su parte, los profesores se quejan de que ya tienen suficiente con su labor docente, y que no pueden estar encargados de que se cumplan las medidas de higiene, distancia ni vigilancia epidemiológica.
En cuanto a la figura del coordinador Covid que deberá tener cada centro, no se especifica cuál debe ser su formación: ¿sanitario o maestro?
Los protocolos de actuación deben ser nítidos, y aún no lo son. No basta con fijar criterios tardíos, sino que es obligación del Gobierno hacer un seguimiento constante y sistemático, y colaborar con lealtad con las autonomías en lugar de despreciarlas.
El Sindicato de Estudiantes ha anunciado que convocará una huelga estudiantil en toda España los días 16, 17 y 18 de septiembre como medida de protesta por las condiciones en que se iniciará el curso escolar 2020-2021 y ha hecho un llamamiento a todos los estudiantes a apoyar esta huelga para exigir que no se vuelva a repetir el "desastre" de la educación online del pasado curso, y que se deje de criminalizar a los jóvenes por los rebrotes y por la situación de la educación.
Actualización 10 septiembre: En la primera semana de curso escolar, ya se han registrado más de 200 incidencias en sendos centros educativos (de los más de 28.500 que existen en España): contagios en el profesorado, en alumnos, cuarentenas de aulas/grupos, e incluso cierre de algún colegio o guardería. La cuenta atrás para la expansión del virus por todo el país ya ha comenzado.
Actualización 22 septiembre: Dos semanas llevamos de curso escolar y ya hay en España 124 centros cerrados y 1.394 aulas confinadas (hace 3 días eran 884). La pandemia no da tregua, por mucho que el gobierno se empeñe en decir que la educación es segura y que no es un factor importante en la transmisión del virus.
* Los centros educativos se mantendrán abiertos durante todo el curso escolar, asegurando los servicios de comedor, así como apoyo lectivo a menores con necesidades especiales o pertenecientes a familias socialmente vulnerables, siempre y cuando la situación epidemiológica lo permita, en base a las indicaciones de las autoridades sanitarias.
* Se priorizará la presencialidad al menos hasta 2º de la ESO y a partir de 3º de la ESO podrá tener un carácter semipresencial.
* De forma general, se mantendrá una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros en las interacciones entre las personas en el centro educativo.
* La mascarilla será obligatoria a partir de 6 años de edad, con independencia del mantenimiento de la distancia interpersonal.
* Se tomará la temperatura corporal a todo el alumnado y el personal de forma previa al inicio de la jornada. Las comunidades decidirán si se toma en el centro escolar (en cuyo caso deberán mantener la distancia de 1,5 metros y evitar aglomeraciones), si se encomienda esta tarea a los padres o se realizan ambas cosas a la vez.
* Los alumnos tendrán que lavarse las manos al menos 5 veces al día.
* Las aulas se ventilarán durante 10 o 15 minutos al inicio y final de la jornada escolar.
* El centro educativo informará, explícitamente y con confirmación de recepción de la información, a los padre o al alumnado mayor de edad, de que el alumnado con cualquier sintomatología aguda no puede acceder al centro educativo. Los centros pueden establecer mecanismos para la identificación de síntomas en los alumnos a la entrada al mismo o una declaración responsable de los progenitores.
* En educación infantil y en primer ciclo de educación primaria (1º y 2º), la organización del alumnado se establecerá, con carácter general, en grupos de convivencia estable, en cuyo ámbito no se aplicarán criterios de limitación de distancia. Se debe garantizar la estanqueidad del grupo de convivencia estable en todas las actividades que se realicen dentro del centro educativo. (No se especifica el nº de alumnos que compondrá esa «burbuja»).
* Los grupos de convivencia estable podrán extenderse más allá de 2º de Primaria, si así lo estima oportuno cada comunidad autónoma.
* Se evitarán aquellas actividades en el centro educativo que conlleven la mezcla de alumnado de diferentes grupos de convivencia o clases, así como las que exijan una especial proximidad.
* Los eventos deportivos o celebraciones que tengan lugar en los centros educativos se realizarán sin asistencia de público.
* Los trabajadores de los centros educativos reducirán su presencia en él a lo mínimo imprescindible y se fomentará que puedan realizar actividades no lectivas por vía telemática.
* Los comedores escolares permitirán la distancia interpersonal de al menos 1,5 metros, salvo en el caso de pertenecientes a un mismo grupo de convivencia estable. Además, se asignarán puestos fijos durante todo el año para el alumnado y se garantizará la estanqueidad en el caso de los grupos de convivencia estable.
* En el transporte escolar colectivo será obligatorio el uso de mascarilla a partir de 6 años de edad y recomendable en alumnos de 3 a 5 años. Se asignarán a asientos fijos al alumnado para todo el curso escolar.
* Todos los centros educativos designarán a un responsable Covid que debe estar familiarizado con todos los documentos relacionados con centros educativos y Covid vigentes. Esta persona actuará como interlocutora con los servicios sanitarios a requerimiento de la unidad de salud pública correspondiente o por propia iniciativa cuando deba consultar algún asunto y deberá conocer los mecanismos de comunicación eficaz que se hayan establecido con los responsables sanitarios de su ámbito territorial.
* El Ministerio de Sanidad considerará que hay un brote de coronavirus en un centro educativo si se da cualquier agrupación de tres o más casos con infección activa en los que se ha establecido un vínculo epidemiológico.
* Sólo se admitirá cerrar un centro si se detectan contagios «descontrolados y generalizados». En caso de detectarse un caso sospechoso de coronavirus, la actividad continuará hasta que se confirme o se descarte.
* La suspensión generalizada de la actividad lectiva presencial se realizará de forma unilateral por parte de una Comunidad Autónoma, pero únicamente se adoptará ante situaciones excepcionales.
Ante la aparición de casos en el centro educativo, se tomarán las siguientes medidas:
– Evitar la asistencia al centro de personas sintomáticas, aislamiento precoz y referencia al sistema sanitario de personas con síntomas.
– Mantenimiento de la actividad extremando precauciones hasta confirmar o descartar la infección en la persona sintomática.
– Cuarentena de los contactos estrechos en los términos que decida la unidad de Salud Pública de la comunidad autónoma en base a la «Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de Covid-19», la cual propone la realización de PCR a los contactos estrechos para identificar otros posibles infectados y la cuarentena de 14 días o 10 días tras PCR negativa en muestra tomada ese día.
El 27 de septiembre Sanidad ha cambiado los protocolos de los colegios, haciéndolos aún más laxos. Ahora no se considera contacto estrecho que un niño esté en clase con otro que haya dado positivo en coronavirus si estaban a más de 2 metros de distancia y ambos llevaban mascarilla. Al no considerarse contacto estrecho no se realizarán las pruebas PCR al resto de niños de la clase.
-Priorizar en la medida de lo posible la utilización de espacios al aire libre.
-En las etapas educativas superiores al primer ciclo de Educación Primaria el alumnado podrá organizarse en grupos de convivencia estable, en la medida de lo posible.
-Priorizar la comunicación con las familias mediante teléfono, correo electrónico, mensajes o correo ordinario, facilitando las gestiones administrativas de forma telemática.
-Se recomendará a la ciudadanía la priorización del transporte activo (andando o en bicicleta) en rutas seguras a la escuela como opción de movilidad que mejor garantiza la distancia interpersonal, siendo además una opción más saludable y que evita compartir espacios cerrados.
-Emprender acciones para prevenir el estigma o discriminación en relación con la Covid, cuidando de manera especial las situaciones de mayor vulnerabilidad emocional y social que hayan podido producirse como consecuencia esta pandemia.
Sanidad y Universidades han actualizado -a fecha 31 de agosto- el documento de medidas elaborado en junio, en el que incluyen que todos los centros tengan un protocolo anticovid y una persona responsable global de la gestión de las actuaciones derivadas de la pandemia y que, a su vez, cada facultad, escuela, instituto de investigación o centro adscrito disponga de una persona de referencia responsable en su ámbito para la gestión de la crisis.
La mascarilla será obligatoria en las clases universitarias que se vayan a realizar de manera presencial, además de en los espacios comunes, se recomienda mantener las ventanas abiertas todo el tiempo que sea posible y la enseñanza seguirá un modelo mixto (presencial y no presencial).
Se recuerda que cada universidad deberá garantizar que el nº de estudiantes en la instalación no supere la capacidad de la misma teniendo en cuenta la separación de 1,5 metros entre los ocupantes. Y si se dispone de los equipos de retransmisión adecuados, las universidades podrán optar por realizar la actividad presencial con los estudiantes con los que se cumpla la condición anterior y vía videoconferencia para el resto de estudiantes de esa asignatura. En esta opción, deberían rotarse periódicamente entre los estudiantes que reciben la enseñanza presencialmente y aquellos por videoconferencia.
Se argumenta asimismo que, teniendo en cuenta la escasez de recursos docentes a corto plazo, no se considera conveniente doblar las clases por grupos para mantener la presencialidad.
Las universidades deberán definir un espacio para el aislamiento de la persona detectada como caso sospechoso. El estudiante deberá permanecer aislado en su domicilio hasta disponer de los resultados de las pruebas diagnósticas. Si el caso se confirma, debe permanecer en aislamiento domiciliario hasta transcurridos 3 días del fin del cuadro clínico y un mínimo de 10 días desde el inicio de los síntomas.
Desde el momento en que se confirme el diagnóstico se realizará un estudio de contactos, a quienes se les hará una PCR e, independientemente del resultado de la prueba, deberán pasar una cuarentena de, como mínimo, 14 días. Durante ese tiempo, el centro deberá ofrecer en remoto la docencia de las diferentes asignaturas en las que estuviera matriculado el alumno.
En el caso de la constatación de un número elevado de estudiantes (o resto de miembros de la comunidad universitaria) afectados, cualquier decisión que tenga afectación general de un centro o una universidad deberá ser tomada conjuntamente por los responsables de la universidad y las autoridades de la política sanitaria y universitaria.
El objetivo de la Conferencia Sectorial de Educación celebrada el 27 de agosto era poner en común propuestas para que alumnos y profesorado pudieran afrontar el regreso a las aulas con criterios unificados y no desiguales en función del territorio. La realidad: de las 29 medidas y 5 recomendaciones elaboradas por el departamento de Salvador Illa e Isabel Celaá, sólo un par de ellas se salen de la guía de recomendaciones elaborada el 22 de junio.
Las únicas novedades respecto al borrador publicado hace meses son las del uso obligatorio de la mascarilla a partir de 6 años aunque se pueda mantener la distancia de seguridad; y la firme apuesta por la presencialidad en todos los niveles y el acceso a educación semipresencial a partir de 2º de ESO (antes 4º de la ESO). ¡Pero cómo va a llevar un niño de 6 años puesta la mascarilla durante 6 horas seguidas! Si ya es un auténtico calvario para un adulto.
Es decir, Celáa se ha limitado a ratificar con el concurso de las autonomías pautas muy generales y básicas, como el lavado de manos (mínimo 5 veces al día); la toma de temperatura tanto en domicilio como en el centro (sin especificar quién la realizará y cómo se acreditará si se realiza en casa); ventilar, limpiar y desinfectar con asiduidad; mantener una distancia de 1,5 metros entre alumnos que no pertenezcan a un grupo estable de convivencia; mantener comedor y transporte escolar con medidas básicas de seguridad e higiene; o prohibir el público en eventos deportivos o funciones escolares.
Sin embargo, se han desatendido otras cuestiones básicas para profesores y progenitores, como la bajada del ratio de alumnos por aula (que deberán definir las comunidades autónomas; si se realizarán o no PCR al personal educativo y en qué situaciones; la definición de una modalidad semipresencial con garantías con el refuerzo de la educación online, sobre todo en caso de que la situación se agrave y los centros se vean obligados a cerrar; la contratación de profesorado adicional; o la creación de la figura del enfermero escolar.
Tampoco hay certezas sobre cómo actuar en caso de positivos confirmados en los centros educativos. Sólo se sabe que NO se procederá a la clausura de los colegios, a no ser que se considere que la transmisión se ha descontrolado y generalizado (sin especificar los parámetros), una apuesta cuanto menos arriesgada y que choca con el protocolo adoptado por otros países europeos.
Celáa tampoco concretó con las comunidades autónomas cuál sería el nº de contagios suficiente para proceder al cierre temporal de un colegio, y tan sólo se informó de que en caso de que los positivos se registren en grupos estables de convivencia (previstos para niveles hasta 2º de Primaria) se procederá a decretar cuarentena para toda la clase; mientras que si se dan positivos fuera de los denominados como ‘grupos burbuja’, sólo se tomarán medidas con los «contactos estrechos».
Asimismo, el Plan carece de falta de propuestas para asegurar que las medidas se cumplan, por lo que las familias no tienen la garantía de que el centro al que envían a sus hijos es seguro. El Gobierno no cuenta, explícitamente, con ningún mecanismo para asegurar que el retorno a las aulas sea seguro y que las medidas propuestas estén completamente implantadas en el inicio de curso, ni que se apliquen y respeten a lo largo de todo el periodo lectivo.
Por su parte, los profesores se quejan de que ya tienen suficiente con su labor docente, y que no pueden estar encargados de que se cumplan las medidas de higiene, distancia ni vigilancia epidemiológica.
En cuanto a la figura del coordinador Covid que deberá tener cada centro, no se especifica cuál debe ser su formación: ¿sanitario o maestro?
Los protocolos de actuación deben ser nítidos, y aún no lo son. No basta con fijar criterios tardíos, sino que es obligación del Gobierno hacer un seguimiento constante y sistemático, y colaborar con lealtad con las autonomías en lugar de despreciarlas.
El Sindicato de Estudiantes ha anunciado que convocará una huelga estudiantil en toda España los días 16, 17 y 18 de septiembre como medida de protesta por las condiciones en que se iniciará el curso escolar 2020-2021 y ha hecho un llamamiento a todos los estudiantes a apoyar esta huelga para exigir que no se vuelva a repetir el "desastre" de la educación online del pasado curso, y que se deje de criminalizar a los jóvenes por los rebrotes y por la situación de la educación.
Actualización 10 septiembre: En la primera semana de curso escolar, ya se han registrado más de 200 incidencias en sendos centros educativos (de los más de 28.500 que existen en España): contagios en el profesorado, en alumnos, cuarentenas de aulas/grupos, e incluso cierre de algún colegio o guardería. La cuenta atrás para la expansión del virus por todo el país ya ha comenzado.
Actualización 22 septiembre: Dos semanas llevamos de curso escolar y ya hay en España 124 centros cerrados y 1.394 aulas confinadas (hace 3 días eran 884). La pandemia no da tregua, por mucho que el gobierno se empeñe en decir que la educación es segura y que no es un factor importante en la transmisión del virus.
El Plan Celáa para una vuelta ¿segura? a las aulas
* Los centros educativos se mantendrán abiertos durante todo el curso escolar, asegurando los servicios de comedor, así como apoyo lectivo a menores con necesidades especiales o pertenecientes a familias socialmente vulnerables, siempre y cuando la situación epidemiológica lo permita, en base a las indicaciones de las autoridades sanitarias.
* Se priorizará la presencialidad al menos hasta 2º de la ESO y a partir de 3º de la ESO podrá tener un carácter semipresencial.
* De forma general, se mantendrá una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros en las interacciones entre las personas en el centro educativo.
* La mascarilla será obligatoria a partir de 6 años de edad, con independencia del mantenimiento de la distancia interpersonal.
* Se tomará la temperatura corporal a todo el alumnado y el personal de forma previa al inicio de la jornada. Las comunidades decidirán si se toma en el centro escolar (en cuyo caso deberán mantener la distancia de 1,5 metros y evitar aglomeraciones), si se encomienda esta tarea a los padres o se realizan ambas cosas a la vez.
* Los alumnos tendrán que lavarse las manos al menos 5 veces al día.
* Las aulas se ventilarán durante 10 o 15 minutos al inicio y final de la jornada escolar.
* El centro educativo informará, explícitamente y con confirmación de recepción de la información, a los padre o al alumnado mayor de edad, de que el alumnado con cualquier sintomatología aguda no puede acceder al centro educativo. Los centros pueden establecer mecanismos para la identificación de síntomas en los alumnos a la entrada al mismo o una declaración responsable de los progenitores.
* En educación infantil y en primer ciclo de educación primaria (1º y 2º), la organización del alumnado se establecerá, con carácter general, en grupos de convivencia estable, en cuyo ámbito no se aplicarán criterios de limitación de distancia. Se debe garantizar la estanqueidad del grupo de convivencia estable en todas las actividades que se realicen dentro del centro educativo. (No se especifica el nº de alumnos que compondrá esa «burbuja»).
* Los grupos de convivencia estable podrán extenderse más allá de 2º de Primaria, si así lo estima oportuno cada comunidad autónoma.
* Se evitarán aquellas actividades en el centro educativo que conlleven la mezcla de alumnado de diferentes grupos de convivencia o clases, así como las que exijan una especial proximidad.
* Los eventos deportivos o celebraciones que tengan lugar en los centros educativos se realizarán sin asistencia de público.
* Los trabajadores de los centros educativos reducirán su presencia en él a lo mínimo imprescindible y se fomentará que puedan realizar actividades no lectivas por vía telemática.
* Los comedores escolares permitirán la distancia interpersonal de al menos 1,5 metros, salvo en el caso de pertenecientes a un mismo grupo de convivencia estable. Además, se asignarán puestos fijos durante todo el año para el alumnado y se garantizará la estanqueidad en el caso de los grupos de convivencia estable.
* En el transporte escolar colectivo será obligatorio el uso de mascarilla a partir de 6 años de edad y recomendable en alumnos de 3 a 5 años. Se asignarán a asientos fijos al alumnado para todo el curso escolar.
* Todos los centros educativos designarán a un responsable Covid que debe estar familiarizado con todos los documentos relacionados con centros educativos y Covid vigentes. Esta persona actuará como interlocutora con los servicios sanitarios a requerimiento de la unidad de salud pública correspondiente o por propia iniciativa cuando deba consultar algún asunto y deberá conocer los mecanismos de comunicación eficaz que se hayan establecido con los responsables sanitarios de su ámbito territorial.
* El Ministerio de Sanidad considerará que hay un brote de coronavirus en un centro educativo si se da cualquier agrupación de tres o más casos con infección activa en los que se ha establecido un vínculo epidemiológico.
* Sólo se admitirá cerrar un centro si se detectan contagios «descontrolados y generalizados». En caso de detectarse un caso sospechoso de coronavirus, la actividad continuará hasta que se confirme o se descarte.
* La suspensión generalizada de la actividad lectiva presencial se realizará de forma unilateral por parte de una Comunidad Autónoma, pero únicamente se adoptará ante situaciones excepcionales.
Ante la aparición de casos en el centro educativo, se tomarán las siguientes medidas:
– Evitar la asistencia al centro de personas sintomáticas, aislamiento precoz y referencia al sistema sanitario de personas con síntomas.
– Mantenimiento de la actividad extremando precauciones hasta confirmar o descartar la infección en la persona sintomática.
– Cuarentena de los contactos estrechos en los términos que decida la unidad de Salud Pública de la comunidad autónoma en base a la «Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de Covid-19», la cual propone la realización de PCR a los contactos estrechos para identificar otros posibles infectados y la cuarentena de 14 días o 10 días tras PCR negativa en muestra tomada ese día.
El 27 de septiembre Sanidad ha cambiado los protocolos de los colegios, haciéndolos aún más laxos. Ahora no se considera contacto estrecho que un niño esté en clase con otro que haya dado positivo en coronavirus si estaban a más de 2 metros de distancia y ambos llevaban mascarilla. Al no considerarse contacto estrecho no se realizarán las pruebas PCR al resto de niños de la clase.
Recomendaciones
-Priorizar en la medida de lo posible la utilización de espacios al aire libre.
-En las etapas educativas superiores al primer ciclo de Educación Primaria el alumnado podrá organizarse en grupos de convivencia estable, en la medida de lo posible.
-Priorizar la comunicación con las familias mediante teléfono, correo electrónico, mensajes o correo ordinario, facilitando las gestiones administrativas de forma telemática.
-Se recomendará a la ciudadanía la priorización del transporte activo (andando o en bicicleta) en rutas seguras a la escuela como opción de movilidad que mejor garantiza la distancia interpersonal, siendo además una opción más saludable y que evita compartir espacios cerrados.
-Emprender acciones para prevenir el estigma o discriminación en relación con la Covid, cuidando de manera especial las situaciones de mayor vulnerabilidad emocional y social que hayan podido producirse como consecuencia esta pandemia.
Plan Castells para la vuelta a la Universidad
Sanidad y Universidades han actualizado -a fecha 31 de agosto- el documento de medidas elaborado en junio, en el que incluyen que todos los centros tengan un protocolo anticovid y una persona responsable global de la gestión de las actuaciones derivadas de la pandemia y que, a su vez, cada facultad, escuela, instituto de investigación o centro adscrito disponga de una persona de referencia responsable en su ámbito para la gestión de la crisis.
La mascarilla será obligatoria en las clases universitarias que se vayan a realizar de manera presencial, además de en los espacios comunes, se recomienda mantener las ventanas abiertas todo el tiempo que sea posible y la enseñanza seguirá un modelo mixto (presencial y no presencial).
Se recuerda que cada universidad deberá garantizar que el nº de estudiantes en la instalación no supere la capacidad de la misma teniendo en cuenta la separación de 1,5 metros entre los ocupantes. Y si se dispone de los equipos de retransmisión adecuados, las universidades podrán optar por realizar la actividad presencial con los estudiantes con los que se cumpla la condición anterior y vía videoconferencia para el resto de estudiantes de esa asignatura. En esta opción, deberían rotarse periódicamente entre los estudiantes que reciben la enseñanza presencialmente y aquellos por videoconferencia.
Se argumenta asimismo que, teniendo en cuenta la escasez de recursos docentes a corto plazo, no se considera conveniente doblar las clases por grupos para mantener la presencialidad.
Las universidades deberán definir un espacio para el aislamiento de la persona detectada como caso sospechoso. El estudiante deberá permanecer aislado en su domicilio hasta disponer de los resultados de las pruebas diagnósticas. Si el caso se confirma, debe permanecer en aislamiento domiciliario hasta transcurridos 3 días del fin del cuadro clínico y un mínimo de 10 días desde el inicio de los síntomas.
Desde el momento en que se confirme el diagnóstico se realizará un estudio de contactos, a quienes se les hará una PCR e, independientemente del resultado de la prueba, deberán pasar una cuarentena de, como mínimo, 14 días. Durante ese tiempo, el centro deberá ofrecer en remoto la docencia de las diferentes asignaturas en las que estuviera matriculado el alumno.
En el caso de la constatación de un número elevado de estudiantes (o resto de miembros de la comunidad universitaria) afectados, cualquier decisión que tenga afectación general de un centro o una universidad deberá ser tomada conjuntamente por los responsables de la universidad y las autoridades de la política sanitaria y universitaria.