Los científicos internacionales creen que los gobiernos, en general, han fallado en su lucha contra la pandemia. Y es que el exceso de confianza de los gobiernos y las organizaciones internacionales ante la inevitable aparición de nuevos patógenos virulentos, combinada con más de un decenio de recortes generalizados en sanidad «en nombre de la austeridad», pilló por sorpresa a los gobiernos cuando apareció el Covid-19. España está a la cola de países que mejor han respondido ante el coronavirus. Sin embargo, hay otros países que han gestionado mejor la crisis.
Alemania
La respuesta de Alemania al virus es un modelo dentro de Europa, reflejando una medida de buena suerte así como su fuerte posición de partida. Si bien tuvo muchos contagios (186.522), es el que obtuvo mejores resultados entre los grandes países europeos, sobre todo en términos de mortalidad: 8.752 para una nación de 83 millones de habitantes.
El país se salvó de la primera oleada de casos y sus rápidos esfuerzos de contención (incluyendo pruebas generalizadas, amplia comunicación pública y transparencia) recibieron un amplio apoyo público. Con muchos hospitales y camas de cuidados intensivos, fue capaz de 'doblegar la curva'. Y también ha ayudado el hecho de que, en su mayor parte, las pautas de distanciamiento social parecen haberse respetado.
Grecia
Grecia Tiene el mérito de haber conseguido excelentes resultados sanitarios a pesar su compleja situación política y económica, tras años de una crisis de la que nunca termina de salir.
¿Cómo es posible que Grecia tenga 183 muertos con un gasto sanitario que fue recortado, no un 1% como en el caso de España, sino más de un 40%? Simplemente, porque fue capaz de detener los contagios a tiempo con medidas de distanciamiento social eficaces. Con ello queda demostrado que lo crucial para minimizar el impacto humano de la pandemia no era tener un sistema sanitario sobredimensionado, sino contener rápidamente los contagios para así evitar la saturación de su sanidad. O dicho de otro modo, la estrategia fundamental para salvar vidas no pasaba por paliar sino por prevenir.
10 años de recortes dejaron a Grecia con una infraestructura sanitaria incapaz de soportar el peso de cualquier brote importante de coronavirus. ¿Qué hicieron entonces? Tres semanas después de que Grecia registrara su primer caso de coronavirus, a finales de febrero, el país entero estaba en un estricto bloqueo, aunque sin llegar a una parálisis completa. Los pocos recursos que tenía el estado griego se destinaron a conseguir más camas de cuidados intensivos y trabajadores sanitarios. ¿El resultado? 3.068 casos confirmados y 183 decesos.
Portugal
Portugal no ha impuesto en ningún momento cuarentena obligatoria para la población general (era un deber cívico), no ha parado su economía (aunque sí ha cerrado restaurantes y comercios) y, a pesar de todo, acumula cinco veces menos víctimas mortales por habitante que España. ¿Cuál es el secreto? Nuevamente la anticipación y aplicación precoz de las medidas de salud pública. Los lusos actuaron antes, vieron lo que pasaba en otros países y, con un centenar de positivos y sin fallecimientos, declararon el estado de alarma.
El éxito de Portugal quizá se deba también a otros tres factores: 1) No tienen el sistema autonómico, que complica la toma de decisiones; 2) el Gobierno (socialista) y oposición han ido a una, lanzando el mismo mensaje desde el principio; y 3) quizás por esto y porque veían lo que pasaba en otros países del entorno, la población ha estado muy concienciada. Aunque todo ello no ha impedido la escasez de material de protección personal y la negativa repercusión económica que el coronavirus ha dejado a nuestro país vecino.
Dinamarca
Dinamarca se está afianzando como uno de los ejemplos de buena gestión de la crisis del coronavirus. La clave del éxito se encuentra en una reacción muy temprana, con un cierre casi total de la sociedad cuando el país escandinavo ni siquiera había registrado el primer muerto, lo que le ha llevado también a ser una de las primeras naciones europeas en reactivarse. Y, de momento, sin rebrotes. Desde mediados de mayo, Dinamarca ofrece a todos los adultos que viven en el país la posibilidad de hacerse un test de detección del virus de forma gratuita.
El 11 de marzo (dos semanas después de detectar el primer contagio) Dinamarca impuso las primeras medidas drásticas: cerró los centros educativos, culturales y deportivos; bares, restaurantes y tiendas; envió a los funcionarios a trabajar desde casa, y prohibió las reuniones de más de 100 personas (cifra que después dejó en diez). Dos días después, cerró las fronteras. Aunque no llegó a decretar el confinamiento total de la población, redujo la actividad al mínimo, tomando la delantera a los grandes países europeos. El resultado: 11.811 contagios y 582 muertos. El PIB de Dinamarca cayó un 2,1% el primer trimestre.
Noruega
En Noruega, con una población similar a la de Dinamarca (unos 5,4 millones de habitantes), ha registrado la mitad de fallecidos que ellos, 237 según las últimas cifras oficiales. Noruega impuso medidas tan o más duras que las de Dinamarca sólo dos días después que el país vecino anunciara las suyas, y también ha seguido un plan de reactivación similar. Pero apostó desde el principio por hacer un gran número de pruebas de detección para poder tener un mejor control de las infecciones.
Islandia
Es un país modelo en el mundo por sus elevados estándares de vida y sus altos niveles de igualdad social. Así que no sorprende que se haya convertido en un ejemplo a seguir para lidiar con el coronavirus. Acumula 1.807 personas infectadas, de las cuales murieron diez, y el brote está contenido desde hace más de un mes.
Tras los primeros casos detectados a principios de marzo, Islandia instituyó rápidamente un amplio (y gratuito) régimen de pruebas y localización de contactos para identificar y aislar a los pacientes con Covid-19, con tan buenos resultados que pudo evitar un cierre total y logró que las escuelas, los museos y algunas empresas comenzaran a reabrir a mediados de abril, una vez que el número de casos disminuyó firmemente.
Nueva Zelanda
Es uno de los pocos países que ha logrado erradicar el virus por completo, algo que resulta inimaginable en el resto del mundo, quizá ayudada por el hecho de ser una nación insular escondida en un rincón lejano del planeta. Terminó así esta etapa de la pandemia con 1.504 personas infectadas y 22 muertes.
El primer caso de Nueva Zelanda fue detectado el 28 de febrero, y en relación con otros gobiernos, se movió rápidamente para cerrar el país (menos de tres semanas después). Una semana más tarde no sólo había cerrado los negocios no esenciales, sino que fue aún más lejos, instituyendo un ‘cierre de nivel 4’, que significaba que las personas sólo podían interactuar con otros dentro de su casa, en un intento de ‘eliminar’ el virus en su totalidad (acompañado de mensajes de texto de emergencia que explicaban claramente lo que se esperaba de los ciudadanos).
Corea del Sur
Corea del Sur dio algunas lecciones clave al resto del mundo respecto de cómo enfrentar la pandemia. Tuvo un brote muy fuerte, originado en una secta religiosa, pero logró superarlo rápidamente sin necesidad de una cuarentena generalizada y respetando la libertad de movimiento de sus ciudadanos. Suma un total de 11.902 casos confirmados y 276 muertes. Su continua vigilancia, sus extensas pruebas y el rastreo de contactos, el aislamiento y el tratamiento de los casos confirmados, siguen siendo un modelo al que la mayoría de los demás países sólo pueden aspirar… sobre todo porque logró hacerlo sin que su economía se detuviera.
Además, Corea del Sur comenzó a desarrollar testeos de Covid-19 y a aumentar la producción a miles por día, cuando su propio número de víctimas todavía estaba por debajo del centenar, y luego ayudó a exportar pruebas y suministros médicos al extranjero en los críticos primeros días de la pandemia mundial.
Taiwán
En lugar de cerrar su economía durante semanas en un intento de frenar el virus, Taiwán tomó otro camino: después de cerrar rápidamente sus fronteras y prohibir las exportaciones de mascarillas quirúrgicas, el Gobierno utilizó el rastreo de contactos para identificar y garantizar que los que estaban en cuarentena cumplieran realmente las normas. Tiene apenas 443 casos positivos y 7 muertes.
Singapur
Singapur fue uno de los primeros países aclamados como ‘ganador’ por su respuesta a la pandemia, una reputación bien merecida gracias a su enfoque agresivo de la localización de contactos (que incluía el escaneo de las identificaciones de las personas en los supermercados) y los testeos generalizados. El gobierno construyó camas temporales a velocidades vertiginosas para albergar a los pacientes de Covid-19, manteniendo baja la tasa de letalidad (inferior al 0,1% de los casos confirmados).
Al igual que Taiwán, pudo lidiar con la pandemia sin imponer medidas draconianas y, aunque registró 38.965 contagios, solo 25 personas murieron de Covid-19.
Emiratos árabes unidos
Adoptaron estrictas medidas de distanciamiento social (cierres y toques de queda, incluso prohibiendo las oraciones y celebraciones públicas de Eid al-Fitr) y agresivas campañas de limpieza y desinfección, ayudando a limitar el total de muertes por coronavirus a menos de 300, a pesar de tener su primer caso confirmado el 29 de enero.
Uruguay
Sin decretar una cuarentena obligatoria, el Gobierno uruguayo ha logrado controlar la pandemia en un continente que un día sí y otro también rompe récords de nuevos casos y fallecidos, y además, en pleno invierno. ¿Cómo lo ha hecho? La respuesta es múltiple pero uno de los elementos a destacar es la vacunación antigripal. Eso, sumado al uso de la mascarilla y las medidas de distanciamiento, llevaron a que la circulación de enfermedades respiratorias estuvieran por debajo del promedio de otros años.
Además, desde el inicio el Poder Ejecutivo se enfocó en ampliar la cantidad de camas de UCI, tal como recomendaba la OMS, y en ningún momento el sistema estuvo cerca de saturarse. El gobierno se ha apoyado desde un principio en un grupo de cientos de científicos.
Otra receta clave para combatir al virus ha sido contar con un sistema público de salud fuerte y la atención de médicos a domicilio, así como la alta capacidad de realización de pruebas PCR (los han producido a nivel local) no solo a los que se sabía que estaban enfermos, sino que también se han realizado testeos aleatorios.
Uruguay también cuenta con una aplicación con alertas de exposición al coronavirus, aunque su uso entre la población no se ha generalizado.
Si bien su éxito ha sido a costa del sector turístico, una de las principales actividades económicas del país, ya que las fronteras continúan cerradas y no hay fecha para su reapertura. También se mantienen cerradas las discotecas.
La pandemia no es una competición entre países para ver quién lo hace mejor. La comparación de resultados, sin embargo, puede servir para aprender.
Todos los países que han logrado controlar la pandemia han seguido un camino similar. Apoyo e interacción con el sistema científico, testear lo máximo posible y rastrear y aislar a todos los contactos de cada positivo para también testearlos.