Viajar en la era post-coronavirus, que ha mantenido al mundo bajo estrictas órdenes de confinamiento, es un gran desafío. Tanto la Organización Mundial del Turismo (OMT) como el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) han presentado una serie de medidas y recomendaciones para equilibrar la mitigación de riesgos con la necesidad de permitir los viajes y fomentar la recuperación económica, al tiempo que asegura al público viajero que la salud y la seguridad siguen siendo las prioridades generales.
Recomendaciones de la OMT para reactivar el turismo
Las previsiones de la OMT indican que el turismo mundial caerá hasta un 30% y perderá en ingresos 410.000 millones de euros.
Según el IV informe "Restricciones de viaje relacionadas con el Covid-19" realizado por la Organización Mundial del Turismo entre el 27 de abril y el 18 de mayo, "tan solo el 3% de los destinos del mundo han dado algún paso para aliviar las restricciones de viaje", mientras que en el resto “están inmensos en debates significativos sobre la reapertura de sus fronteras”.
El estudio destaca que “cuanto más importante es el turismo para la economía de un destino, más altas son las posibilidades de que haya cerrado por completo sus fronteras”.
La OMT ha elaborado una guía con 23 directrices, destinadas tanto a los gobiernos como a las empresas, con el fin de ayudarles a abrir de nuevo el turismo de una manera segura, fluida y responsable. Se dividen en tres áreas claves:
1) Gestionar la crisis y mitigar el impacto. Las recomendaciones clave se refieren a mantener el empleo, apoyar a los trabajadores por cuenta propia, asegurar la liquidez, promover el desarrollo de competencias y revisar los impuestos, tasas y normativas relacionados con los viajes y el turismo. Las Recomendaciones tienen en cuenta la probabilidad de que se produzca una recesión económica. Dado que el turismo utiliza mucha mano de obra, será un sector que sufrirá un duro revés, con millones de puestos de trabajo amenazados, especialmente puestos que ocupan mujeres y jóvenes, así como grupos marginados.
2) Suministrar estímulos y acelerar la recuperación: Este conjunto de Recomendaciones hace hincapié en la importancia de proporcionar estímulos financieros, con políticas fiscales favorables, levantamiento de restricciones de viajes tan pronto como la emergencia sanitaria lo permita, flexibilización del régimen de visados, impulso al marketing y a la confianza de los consumidores, entre otras medidas, con el fin de acelerar la recuperación. Las Recomendaciones piden también que el turismo se sitúe en un lugar destacado de las políticas de recuperación y los planes de acción nacionales.
3) Prepararse para el mañana: Haciendo hincapié en la capacidad excepcional del turismo para liderar el crecimiento a escala local y nacional, las Recomendaciones piden que se preste más atención a la contribución del turismo a la Agenda para el Desarrollo Sostenible y al fortalecimiento de la resiliencia, aprendiendo de las lecciones de la actual crisis. Las Recomendaciones piden a los gobiernos y a los actores del sector privado que elaboren planes de preparación, y que utilicen esta oportunidad para efectuar la transición a la economía circular.
Según el IV informe "Restricciones de viaje relacionadas con el Covid-19" realizado por la Organización Mundial del Turismo entre el 27 de abril y el 18 de mayo, "tan solo el 3% de los destinos del mundo han dado algún paso para aliviar las restricciones de viaje", mientras que en el resto “están inmensos en debates significativos sobre la reapertura de sus fronteras”.
El estudio destaca que “cuanto más importante es el turismo para la economía de un destino, más altas son las posibilidades de que haya cerrado por completo sus fronteras”.
La OMT ha elaborado una guía con 23 directrices, destinadas tanto a los gobiernos como a las empresas, con el fin de ayudarles a abrir de nuevo el turismo de una manera segura, fluida y responsable. Se dividen en tres áreas claves:
1) Gestionar la crisis y mitigar el impacto. Las recomendaciones clave se refieren a mantener el empleo, apoyar a los trabajadores por cuenta propia, asegurar la liquidez, promover el desarrollo de competencias y revisar los impuestos, tasas y normativas relacionados con los viajes y el turismo. Las Recomendaciones tienen en cuenta la probabilidad de que se produzca una recesión económica. Dado que el turismo utiliza mucha mano de obra, será un sector que sufrirá un duro revés, con millones de puestos de trabajo amenazados, especialmente puestos que ocupan mujeres y jóvenes, así como grupos marginados.
2) Suministrar estímulos y acelerar la recuperación: Este conjunto de Recomendaciones hace hincapié en la importancia de proporcionar estímulos financieros, con políticas fiscales favorables, levantamiento de restricciones de viajes tan pronto como la emergencia sanitaria lo permita, flexibilización del régimen de visados, impulso al marketing y a la confianza de los consumidores, entre otras medidas, con el fin de acelerar la recuperación. Las Recomendaciones piden también que el turismo se sitúe en un lugar destacado de las políticas de recuperación y los planes de acción nacionales.
3) Prepararse para el mañana: Haciendo hincapié en la capacidad excepcional del turismo para liderar el crecimiento a escala local y nacional, las Recomendaciones piden que se preste más atención a la contribución del turismo a la Agenda para el Desarrollo Sostenible y al fortalecimiento de la resiliencia, aprendiendo de las lecciones de la actual crisis. Las Recomendaciones piden a los gobiernos y a los actores del sector privado que elaboren planes de preparación, y que utilicen esta oportunidad para efectuar la transición a la economía circular.
Protocolos del Consejo Mundial de Viajes y Turismo
Según el WTTC, estos protocolos se basan en la evidencia médica y siguen las pautas de la Organización Mundial de la Salud y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Éstas son las principales medidas:
General:
* Reducir los puntos de contacto de los pasajeros con el registro en línea antes del vuelo, el uso de equipos de autoservicio en los quioscos y la entrega de maletas.
* Proporcionar equipo de protección personal a todos los trabajadores.
* Limitar la interacción física y la acumulación de personas en ciertas zonas (como inmigración, registros en vuelos y hoteles, zonas de abordaje).
Aeropuertos:
* Si se implementan controles de temperatura al ingreso y la salida, deben realizarse de una manera no intrusiva con escáneres infrarrojos de cuerpo completo, por ejemplo.
* Una limpieza mejorada en áreas como los puntos de autoservicio, mostradores, carros de equipaje, controles de seguridad, baños y zonas comunes.
* Nueva señalización y anuncios para limitar la interacción y la aglomeración de personas.
* Reducir los puntos de contacto de los pasajeros a través del check-in online antes de la salida, el uso del auto-check en máquinas, etiquetas impresas en el hogar, mayor uso de puertas electrónicas biométricas y lectura de tarjetas de embarque en las puertas.
* Posible rediseño de las salas de inmigración para acelerar los procedimientos. Cuando se requieran declaraciones a la llegada, se deben usar opciones electrónicas.
* Mayor seguridad e higiene alimentaria en restaurantes, con alimentos preenvasados
Aerolíneas:
* Proporcionar desinfectantes de manos aprobados en áreas de alta concurrencia.
* Pautas revisadas para los equipos de limpieza de todas las áreas del avión.
* Considerar la posibilidad de que el abordaje sea desde la parte trasera del avión hacia el frente y desde la ventana hasta el pasillo.
* Limitar el movimiento de personas dentro de la aeronave durante el vuelo..
* Volver a capacitar a la tripulación y al personal de primera línea con respecto al control de infecciones y las medidas de higiene.
Centros de convenciones, reuniones o eventos (MICE):
* Implementar el distanciamiento físico para la distribución de asientos y pasillos, utilizando las pautas del gobierno si están disponibles.
* Reducir los límites de capacidad del lugar para los participantes.
* Identificar diferentes áreas de riesgo en el lugar.
* Limitar la interacción física y las posibles colas en la recepción y el registro utilizando el registro anticipado para mejorar flujo de participantes.
* Rellenar cuestionarios de evaluación de riesgos previo a la llegada para los participantes.
* Crear unidades de aislamiento fuera del lugar, en la medida de lo posible, para aquellos que muestran síntomas de covid-19.
Hoteles y restaurantes:
* Revisar la guía para los equipos de limpieza de todas las áreas del hotel con un enfoque específico en los puntos de contacto de alta frecuencia, como las tarjetas de llave de la habitación.
* Asegurar el distanciamiento social de los huéspedes a través de señalización, incluidos los ascensores.
* Capacitar al personal en control de infecciones, distanciamiento social y mejores medidas de higiene, incluido el lavado de manos y el uso de máscarillas y guantes.
* Todos los artículos extraños deben retirarse en todo el hotel.
* Integrar tecnologías para permitir la automatización, como introducir pagos sin contacto cuando sea posible.
* Ofrecer servicio a la habitación utilizando métodos de entrega sin contacto
* Tener una comunicación clara, consistente y mejorada con los clientes sobre los nuevos protocolos de seguridad de salud e higiene, tanto digital como físicamente en los hoteles.
* Reapertura segura de puntos de venta de alimentos y bebidas, y en espacios para reuniones y eventos con acciones específicas para garantizar el distanciamiento social, la desinfección y la seguridad alimentaria.
* En cafeterías, restaurantes y otros establecimientos de comida, todos los menús estarán disponibles digitalmente.
General:
* Reducir los puntos de contacto de los pasajeros con el registro en línea antes del vuelo, el uso de equipos de autoservicio en los quioscos y la entrega de maletas.
* Proporcionar equipo de protección personal a todos los trabajadores.
* Limitar la interacción física y la acumulación de personas en ciertas zonas (como inmigración, registros en vuelos y hoteles, zonas de abordaje).
Aeropuertos:
* Si se implementan controles de temperatura al ingreso y la salida, deben realizarse de una manera no intrusiva con escáneres infrarrojos de cuerpo completo, por ejemplo.
* Una limpieza mejorada en áreas como los puntos de autoservicio, mostradores, carros de equipaje, controles de seguridad, baños y zonas comunes.
* Nueva señalización y anuncios para limitar la interacción y la aglomeración de personas.
* Reducir los puntos de contacto de los pasajeros a través del check-in online antes de la salida, el uso del auto-check en máquinas, etiquetas impresas en el hogar, mayor uso de puertas electrónicas biométricas y lectura de tarjetas de embarque en las puertas.
* Posible rediseño de las salas de inmigración para acelerar los procedimientos. Cuando se requieran declaraciones a la llegada, se deben usar opciones electrónicas.
* Mayor seguridad e higiene alimentaria en restaurantes, con alimentos preenvasados
Aerolíneas:
* Proporcionar desinfectantes de manos aprobados en áreas de alta concurrencia.
* Pautas revisadas para los equipos de limpieza de todas las áreas del avión.
* Considerar la posibilidad de que el abordaje sea desde la parte trasera del avión hacia el frente y desde la ventana hasta el pasillo.
* Limitar el movimiento de personas dentro de la aeronave durante el vuelo..
* Volver a capacitar a la tripulación y al personal de primera línea con respecto al control de infecciones y las medidas de higiene.
Centros de convenciones, reuniones o eventos (MICE):
* Implementar el distanciamiento físico para la distribución de asientos y pasillos, utilizando las pautas del gobierno si están disponibles.
* Reducir los límites de capacidad del lugar para los participantes.
* Identificar diferentes áreas de riesgo en el lugar.
* Limitar la interacción física y las posibles colas en la recepción y el registro utilizando el registro anticipado para mejorar flujo de participantes.
* Rellenar cuestionarios de evaluación de riesgos previo a la llegada para los participantes.
* Crear unidades de aislamiento fuera del lugar, en la medida de lo posible, para aquellos que muestran síntomas de covid-19.
Hoteles y restaurantes:
* Revisar la guía para los equipos de limpieza de todas las áreas del hotel con un enfoque específico en los puntos de contacto de alta frecuencia, como las tarjetas de llave de la habitación.
* Asegurar el distanciamiento social de los huéspedes a través de señalización, incluidos los ascensores.
* Capacitar al personal en control de infecciones, distanciamiento social y mejores medidas de higiene, incluido el lavado de manos y el uso de máscarillas y guantes.
* Todos los artículos extraños deben retirarse en todo el hotel.
* Integrar tecnologías para permitir la automatización, como introducir pagos sin contacto cuando sea posible.
* Ofrecer servicio a la habitación utilizando métodos de entrega sin contacto
* Tener una comunicación clara, consistente y mejorada con los clientes sobre los nuevos protocolos de seguridad de salud e higiene, tanto digital como físicamente en los hoteles.
* Reapertura segura de puntos de venta de alimentos y bebidas, y en espacios para reuniones y eventos con acciones específicas para garantizar el distanciamiento social, la desinfección y la seguridad alimentaria.
* En cafeterías, restaurantes y otros establecimientos de comida, todos los menús estarán disponibles digitalmente.
La desescalada europea
La Comisión Europea aprobó el 13 de mayo los criterios que deberían guiar una desescalada en tres fases de la situación de emergencia provocada por la pandemia a nivel europeo. El plan llega acompañado de una batería de directrices —para el levantamiento de controles fronterizos, el transporte, el turismo y la protección del consumidor— que pretenden garantizar una salida ordenada y evitar la estampida de medidas nacionales que se produjo con el brote de la mortífera enfermedad.
El documento establece la hoja de ruta para avanzar desde la situación actual de medidas excepcionales de restricción generalizada del movimiento, calificada como fase 0, hasta un levantamiento general de las limitaciones y de los controles fronterizos dentro de la UE, bautizado como fase 2.
Entre ambos extremos, los países deberán pasar, cada uno a su ritmo, por la llamada fase 1, tal vez la más anhelada por los ciudadanos que han sido sometidos a confinamiento local o nacional, pero probablemente también la más delicada, por el riesgo de un repunte en el número de contagios. Esa fase, según el plan de la Comisión, sería la que permitiría salvar, al menos en parte, la temporada turística del verano 2020, si bien advierte que el objetivo no es solo facilitar el veraneo sino también salvar una industria en peligro. Para entrar en esta fase 1 será clave, según Bruselas, “que se alcance un nivel suficientemente bajo de contagios”.
El paso de una fase a otra dependerá de la propia evaluación de cada país, aunque pide coordinación a nivel europeo. Los criterios para pasar de una fase a otra y levantar gradualmente o definitivamente los controles fronterizos incluyen la evaluación de la situación epidemiológica en cada Estado miembro; y la necesidad de aplicar medidas de contención, incluido el distanciamiento físico y la proporcionalidad.
La movilidad entre los Estados que se encuentren en la misma fase, según la Comisión, debería ser prácticamente ilimitada, siempre y cuando se apliquen efectivamente los protocolos de seguridad en medios de transporte, alojamientos, y demás empresas del sector. Bruselas advierte de que, en todo caso, “continuará la necesidad de mantener algunas medidas, incluidas las de distanciamiento físico y distanciamiento organizativo (laboral)”.
Tras tres meses cerrada al exterior para contener la propagación del coronavirus, la Unión Europea abrirá sus fronteras el 1 de julio. Pero no a todo el mundo: hay una lista negra de países que no podrán entrar en Europa por tener aún una situación epidemiológica descontrolada.
La lista inicial propuesta consta de un total de 15 países de los que se permitirá recibir viajeros, y mantiene el veto a otros 157. Antes de la llegada de la pandemia, la UE permitía la entrada con visado en todo el espacio Schengen a los ciudadanos procedentes de 105 países, a los que se le sumaban otros 67 sin necesidad de visado.
La lista de países permitidos incluye a Argelia, Australia, Canadá, China, Corea del Sur, Georgia, Japón, Marruecos, Montenegro, Nueva Zelanda, Ruanda, Tailandia, Túnez, Serbia y Uruguay. Estados Unidos, Brasil o Rusia están vetados.
¿Cómo se ha elaborado esta lista negra? Teóricamente basándose en criterios sanitarios: nº de infecciones por cada 100.000 habitantes durante los últimos 14 días, en la tendencia de nuevos casos durante el mismo periodo de 14 días anteriores, y en la capacidad de esos países para trazar, contener y tratar posibles nuevos brotes.
Con todo, la lista que ha propuesto Bruselas actuará solo como recomendación, ya que son los países los que tienen competencias en materia de interior y control de fronteras. El listado, además, se irá actualizando periódicamente en función de la situación sanitaria de los países y su evolución, y no actuará sobre Irlanda y Dinamarca, con un estatus especial en materia fronteriza.
De los 15 países que el Consejo Europeo ha incluido en la Recomendación del 30 de junio en la que se recogen los criterios para levantar las restricciones a los viajes no esenciales a la Unión Europea, abriendo sus fronteras exteriores, España lo hará con 12 de ellos a partir del 4 de julio. China, Marruecos y Argelia, pese a aparecer en el listado, quedan sujetas al principio de reciprocidad. [Orden INT/595/2020, de 2 de julio].
Actualización 28 de julio: Ni un mes hemos tardado en ganarnos a pulso el título de apestados de Europa. Los irrisorios controles en los puertos y aeropuertos españoles los han convertido en un coladero de coronavirus, y numerosos países como Reino Unido, Alemania, Países Bajos, etc ya nos han puesto en la lista negra como país no seguro, recomendando a sus ciudadanos que no vengan a veranear a nuestro país, o imponiendo cuarentenas obligatorias de 14 días a quienes nos visiten.
El documento establece la hoja de ruta para avanzar desde la situación actual de medidas excepcionales de restricción generalizada del movimiento, calificada como fase 0, hasta un levantamiento general de las limitaciones y de los controles fronterizos dentro de la UE, bautizado como fase 2.
Entre ambos extremos, los países deberán pasar, cada uno a su ritmo, por la llamada fase 1, tal vez la más anhelada por los ciudadanos que han sido sometidos a confinamiento local o nacional, pero probablemente también la más delicada, por el riesgo de un repunte en el número de contagios. Esa fase, según el plan de la Comisión, sería la que permitiría salvar, al menos en parte, la temporada turística del verano 2020, si bien advierte que el objetivo no es solo facilitar el veraneo sino también salvar una industria en peligro. Para entrar en esta fase 1 será clave, según Bruselas, “que se alcance un nivel suficientemente bajo de contagios”.
El paso de una fase a otra dependerá de la propia evaluación de cada país, aunque pide coordinación a nivel europeo. Los criterios para pasar de una fase a otra y levantar gradualmente o definitivamente los controles fronterizos incluyen la evaluación de la situación epidemiológica en cada Estado miembro; y la necesidad de aplicar medidas de contención, incluido el distanciamiento físico y la proporcionalidad.
La movilidad entre los Estados que se encuentren en la misma fase, según la Comisión, debería ser prácticamente ilimitada, siempre y cuando se apliquen efectivamente los protocolos de seguridad en medios de transporte, alojamientos, y demás empresas del sector. Bruselas advierte de que, en todo caso, “continuará la necesidad de mantener algunas medidas, incluidas las de distanciamiento físico y distanciamiento organizativo (laboral)”.
Apertura de fronteras
Tras tres meses cerrada al exterior para contener la propagación del coronavirus, la Unión Europea abrirá sus fronteras el 1 de julio. Pero no a todo el mundo: hay una lista negra de países que no podrán entrar en Europa por tener aún una situación epidemiológica descontrolada.
La lista inicial propuesta consta de un total de 15 países de los que se permitirá recibir viajeros, y mantiene el veto a otros 157. Antes de la llegada de la pandemia, la UE permitía la entrada con visado en todo el espacio Schengen a los ciudadanos procedentes de 105 países, a los que se le sumaban otros 67 sin necesidad de visado.
La lista de países permitidos incluye a Argelia, Australia, Canadá, China, Corea del Sur, Georgia, Japón, Marruecos, Montenegro, Nueva Zelanda, Ruanda, Tailandia, Túnez, Serbia y Uruguay. Estados Unidos, Brasil o Rusia están vetados.
¿Cómo se ha elaborado esta lista negra? Teóricamente basándose en criterios sanitarios: nº de infecciones por cada 100.000 habitantes durante los últimos 14 días, en la tendencia de nuevos casos durante el mismo periodo de 14 días anteriores, y en la capacidad de esos países para trazar, contener y tratar posibles nuevos brotes.
Con todo, la lista que ha propuesto Bruselas actuará solo como recomendación, ya que son los países los que tienen competencias en materia de interior y control de fronteras. El listado, además, se irá actualizando periódicamente en función de la situación sanitaria de los países y su evolución, y no actuará sobre Irlanda y Dinamarca, con un estatus especial en materia fronteriza.
De los 15 países que el Consejo Europeo ha incluido en la Recomendación del 30 de junio en la que se recogen los criterios para levantar las restricciones a los viajes no esenciales a la Unión Europea, abriendo sus fronteras exteriores, España lo hará con 12 de ellos a partir del 4 de julio. China, Marruecos y Argelia, pese a aparecer en el listado, quedan sujetas al principio de reciprocidad. [Orden INT/595/2020, de 2 de julio].
Actualización 28 de julio: Ni un mes hemos tardado en ganarnos a pulso el título de apestados de Europa. Los irrisorios controles en los puertos y aeropuertos españoles los han convertido en un coladero de coronavirus, y numerosos países como Reino Unido, Alemania, Países Bajos, etc ya nos han puesto en la lista negra como país no seguro, recomendando a sus ciudadanos que no vengan a veranear a nuestro país, o imponiendo cuarentenas obligatorias de 14 días a quienes nos visiten.