El 21 de junio decayó el estado de alarma y entrábamos en la 'nueva normalidad', pero ésto no quiere decir que el virus haya desparecido, sino solamente que se ha dado por controlada la pandemia en España. Ahora todos vamos a trabajar, a terrazas y restaurantes, a la playa, tenemos libertad total de movimiento por todo el país, y hemos abierto fronteras para recibir ansiosos a esos millones de turistas tan necesarios para reactivar la economía española. El problema al que ahora nos enfrentamos son los rebrotes. Y ya están comenzando a aparecer.
Esto era de esperar, y no hace falta ser ningún experto epidemiólogo ni ningún gurú para preverlo. He aquí la cronología:
1º.- Febrero: El virus llega a España. Nuestro Gobierno pasa de todo porque quiere celebrar, a toda costa, las manifestaciones del 8-M.
2º.- 14 de Marzo: El virus se extiende hasta el infinito. Sánchez decreta el estado de alarma, cierra el país, nos encierra a todos en nuestras casas y bloquea toda actividad económica. Consecuencias: caos en el sistema sanitario, miles de infectados y muertos, y hecatombe económica.
3º.- 21 de Junio: Tres meses y medio después, el virus parece estar controlado, OJO! no erradicado. Se nos permite volver al trabajo, la movilidad interprovincial y se abren fronteras. Y todo ésto sin haber hecho test a la población para detectar y aislar a los asintomáticos, que ahora tienen completa libertad para seguir infectando por ahí a diestro y siniestro (sin saberlo, eso sí).
4º.- Ahora, el virus vuelve a circular y a extenderse por todo el país. Además, entran nuevos focos importados, ya que el Gobierno permite entrar en España a turistas, temporeros, e inmigrantes ilegales sin exigirles antes un test negativo.
5º.- ¿Los rebrotes se convertirán en una segunda ola de la pandemia? ¿Volveremos al confinamiento? Algunas comunidades ya han decretado el confinamiento en determinadas comarcas y regiones.
El coronavirus continúa ahí fuera y aprovecha cualquier oportunidad para volver a infectar. Según el protocolo de Sanidad del 16 de junio, un brote es "una agrupación de tres o más casos confirmados o probables con una infección activa en los que hay un vínculo epidemiológico".
Según este criterio, a 30 de junio, España tiene 51 brotes activos, con 1.140 personas infectadas. Las cifras de contagios están comenzando de nuevo a subir.
El 7 de julio: 67 brotes.
El 10 de julio: 73 brotes activos. El 70% de los casos son asintomáticos y, en el caso de Cataluña la curva ya es muy similar a la que se dio en la primera semana de marzo, justo antes de decretarse el confinamiento.
El 13 de julio: 120 brotes activos.
El 28 de julio: 361 brotes activos.
Y ello pese a que Sanidad centraliza los datos de los rebrotes que diariamente le reportan las comunidades autónomas, pero no los hace públicos, haciendo gala de su (in)transparencia informativa habitual. Es decir, el Ministerio no concreta ni el tamaño ni la localización exacta de los focos, por lo que la información conocida hasta la fecha procede de las comunidades autónomas y los ayuntamientos.
El caso es que, en el comienzo de la 'nueva normalidad', España está viendo como aparecen nuevos rebrotes de coronavirus, salpicando toda la geografía. Y ello se debe a distintas razones.
Hay brotes hospitalarios, como los dos del País Vasco (en los hospitales de Basurto y Txagorritxu, que las autoridades consideran “controlados” a pesar de que han ocasionado 3 muertos y 65 contagios), y otro en el hospital Río Hortega de Valladolid con 38 positivos.
También brotes que se cree que se originaron en reuniones familiares o sociales, como uno en Pamplona con 21 casos confirmados; otro en un velatorio en Granada, con 16 (muchos asintomáticos), otro en Orio (Gipuzkoa) con 23 positivos, y otro en el municipio lucense de Xove que afecta a 8 personas del mismo entorno familiar; también en Lugo, en la zona de A Mariña hay otro brote con 144 positivos y 400 vecinos en seguimiento. (Actualización 5 de julio: comarca confinada; queda prohibido entrar o salir del área formada por los 14 ayuntamientos del distrito sanitario de A Mariña).
El 27 de junio se detectó un brote en Santander, con 15 contagios, que mantiene confinado a un edificio completo (82 personas) y se están haciendo pruebas a los habitantes de edificios colindantes. Otro edificio en la C/ Baños de Albacete también ha sido confinado.
Una comida familiar provoca un brote de 16 contagios en Castellón; el paciente 0 llegó desde Lleida. También desde allí llegó el coronavirus a una calle repleta de bares en Ordizia (Guipuzcoa), que ya ha causado 48 contagios. Y se ha confirmado un brote en Tarazona de la Mancha (Albacete) con 5 infectados.
Baleares ha notificado hasta 9 brotes, todos ellos en el ámbito familiar, 8 de ellos en la isla de Mallorca y otro más en la isla de Ibiza.
Y casos en residencias de mayores. En Lleida, la residencia privada Castrillón empezó a detectar positivos el 14 de junio después de que empezaran las visitas; ya hay 18 personas contagiadas (13 son residentes y 5 trabajadores). Extremadura mantiene aislados a mayores que viven en dos residencias en Plasencia y Casar de Cáceres por haber dado positivo, pero no los considera brotes activos al ser “casos antiguos”, de antes de la desescalada.
En Valladolid también se han detectado dos brotes en residencias privadas que han afectado a 18 personas. Una residencia en Bilbao ha notificado 8 positivos; al parecer, una feligresa había visitado a algunos pacientes del hospital de Basurto, donde se contagió. Y la Diputación de Gipuzkoa ha notificado el contagio de una persona de la residencia de Aretxabaleta.
El 29 de junio se han detectado 4 nuevos positivos más por PCR en la Comunidad Valenciana (dos ancianos residentes y dos trabajadores en centros de mayores).
En el ámbito laboral también se han producido acumulaciones de casos, sobre todo con los temporeros. Huesca y Lleida son las principales regiones afectadas por este tipo de brotes. Solo en la última hay 7 focos activos, 4 de ellos en fábricas, con más de 100 contagiados.
El más numeroso se ha producido en Huesca (en varias comarcas que lindan con Lleida), entre trabajadores temporeros del sector hortofrutícola (14 contagios). En las distintas localidades de la región hay ya 290 casos activos (y subiendo), lo que ha provocado que las comarcas aragonesas de Cinca Medio, Bajo Cinca y La Litera, en Huesca, y la de Baja Aragón-Caspe, en Zaragoza, retrocedan a la Fase 2 de la desescalada.
La Generalitat también ha informado de un foco de coronavirus 'ya controlado' que ha afectado a 31 personas, de las que 20 son trabajadoras de una misma empresa y el resto contactos de éstas. También hay contagios entre 24 temporeros en La Juneda (Lleida); en esta provincia catalana hay, además, otros 7 positivos aislados en un hotel en la capital (también son temporeros).
Actualización 4 de julio: La Generalitat ha ordenado confinar en sus viviendas a los habitantes de la comarca leridana del Segrià (la más poblada de Lleida) durante, como mínimo 14 días. Los brotes de Lleida (hay 15 brotes activos, 4.030 casos) son en cuatro empresas hortofrutícolas, una empresa agroalimentaria, una comunidad de vecinos, una residencia geriátrica, una granja escuela y un hostal.
Se ha detectado un brote en una empresa cárnica en Rafaelbunyol (Valencia), donde se han hecho 412 pruebas PCR, resultando 14 positivos. Y nuevo foco ha hecho saltar de nuevo todas las alarmas el 1 de julio: 4 positivos en una empresa cárnica de 400 trabajadores en Avinyó (Barcelona). La Comunidad de Madrid ha informado de un brote vinculado a una empresa con 5 positivos.
Varios barcos atuneros españoles se encuentran en cuarentena en las Seychelles por 10 positivos por coronavirus (son asintomáticos y sospechan que se pudieron contagiar durante el viaje en avión).
La entrada de inmigrantes ilegales se ha convertido en una puerta abierta a los rebrotes de coronavirus y, pese a ello, el Ejecutivo sigue sin reforzar los controles ni exigir la obligatoriedad de realizar test, sin olvidar que ya no tienen obligación de hacer una cuarentena forzosa de 14 días (durante el estado de alarma sí). O sea, el Gobierno de Pedro Sánchez sigue jugando a la ruleta rusa. La ausencia de pruebas diagnósticas está en el origen del brote registrado en Navalmoral de la Mata. El 'paciente 0' fue un inmigrante llegado en patera a Almería que fue enviado por la Delegación del Gobierno a Extremadura sin hacer test ni alertar. En estos momentos, ese brote suma 43 contagios y el paciente 0 se ha dado a la fuga, por lo que se ha decretado una orden de busca y captura mientras sigue infectando por ahí a diestro y siniestro.
Tres pateras que fueron rescatadas por Protección Civil en Fuerteventura han registrado 40 inmigrantes contagiados de coronavirus. En Murcia, 23 policías permanecen en cuarentena tras la llegada de un inmigrante positivo en patera a las costas de Águilas, en Cartagena; ya se han detectado 10 contagios.
En Andalucía permanecen en alerta Cádiz, Granada, Málaga y Huelva, con un total de 17 brotes que suman 265 positivos en esta comunidad autónoma. Lo que comenzó como un brote en un hostal de Algeciras (Cádiz) ha acabado en dos pensiones afectadas con 26 casos detectados en Campo de Gibraltar. En Málaga se ha detectado un brote en un centro de acogida de Cruz Roja, con 108 casos positivos confirmados.
30 de Junio, Sánchez ha revelado al Congreso de los Diputados que en los pasados meses de marzo, abril y mayo, es decir, en plena pandemia de coronavirus y con las fronteras cerradas, llegaron a las costas españolas 2.001 inmigrantes irregulares procedentes de países subsaharianos sin que se les hicieran test PCR generalizadas a su llegada, ni antes de ser trasladados a los centros de acogida que hay distribuidos por todo el país. Reconoce que el protocolo de Sanidad es hacer un test serológico (que no PCR) «cuando sea necesario», es decir, cuando se observaban síntomas.
La apertura de fronteras internacionales también ha traído consecuencias negativas a nivel sanitario:
En Murcia, un brote con 32 contagiados se originó a partir de un caso que llegó de Bolivia procedente de un vuelo humanitario el 3 de junio; hay cerca de 60 personas en cuarentena por ser contactos estrechos de estos contagiados.
También se ha informado de un nuevo brote con 10 afectados en Lepe (Huelva), originado en una barbacoa familiar a la que asistió una persona llegada del extranjero (un marinero regresado de Angola que finalmente ha fallecido); hay 61 personas en cuarentena. En municipios gallegos de Ribeira y A Pobra (A Coruña) hay al menos 9 positivos y se investiga si su origen está en una persona que viajó desde Brasil, en avión, vía Lisboa.
Entre los días 22 y 28 de junio se detectaron 54 casos de infectados por coronavirus importados, según ha confirmado Sanidad a las puertas de que la Unión Europea comience a abrir sus fronteras a 14 países considerados 'seguros'.
Es decir, los nuevos casos registrados de coronavirus no se deben a la relajación de las medidas higiénico-sanitarias por parte de la ciudadanía (distanciamiento y mascarilla), como quiere hacernos creer el Gobierno (solo el 40% de los rebrotes tienen su origen en ámbitos familiares). Echar la culpa a otros es su estrategia habitual para autoexculparse. Pero no cuela. Hombre, ya sabemos que, al igual que pasó durante el confinamiento, siempre habrá algún ciudadano irresponsable que se salte a la torera las normas, al igual que jóvenes descerebrados que convocan macroquedadas fiesteras para hacer botellón. Pero son casos puntuales. Afortunadamente ésa no es la tónica general y la sociedad sí está cumpliendo las normas de prevención, al igual que aceptó rechistar la supresión total de derechos y libertades durante 98 días.
En resumen, mientras el Gobierno apela a la responsabilidad de los españoles para evitar nuevos brotes y nos recuerda que el «virus sigue ahí», quien exhibe una actitud absolutamente irresponsable es el propio Gobierno.
Los principales problemas de los rebrotes que estamos sufriendo en España son dos:
1) Los casos importados, ya sea por trabajadores temporeros, por inmigrantes ilegales que se cuelan en patera, o por turistas que llegan a España sin ningún tipo de control (algunos desde países muy virulentos y potencialmente peligrosos en términos sanitarios).
2) Los asintomáticos, que siguen transmitiendo el virus sin saberlo porque el Gobierno se ha negado a hacernos tests a todos los españoles para detectarlos y aislarlos hasta que se curen y ya no sean un peligro público.
Fronteras abiertas. Riesgo de rebrotes. Y todas las medidas que el Gobierno pone al control de entrada de viajeros en los aeropuertos son tres simples actuaciones: una declaración responsable del viajero (formulario de localización indicando los datos sobre su procedencia o estancia en España, además de si ha pasado el coronavirus); una medición de temperatura a través de cámara termográfica; y una inspección visual basada en el ‘ojo clínico’ del que las hace. Y con estas laxas medidas pretenden crear una imagen de destino seguro que recupere el turismo internacional.
Lo del Ministerio de Sanidad roza el paroxismo del absurdo. Dichas medidas fueron consideradas por el propio ministerio como de «efectividad incierta», según un informe técnico elaborado por el propio Ministerio el 10 de febrero, en el que aseguraba literalmente que estas medidas no permitirían detectar a los asintomáticos: «Un agujero en toda regla, puesto que el 45% de los nuevos casos no manifiestan síntomas».
Lo que está claro es que nuestro gobierno negligente no ha aprendido nada de sus errores pasados, sino que persevera, en contra del sentido común y de los criterios científicos, en su incompetencia en la gestión de la crisis del coronavirus. Es más, siguen vanagloriándose de su "buena gestión"; Fernando Simón, ha asegurado que es una "buena noticia" que se estén hablando de brotes del nuevo coronavirus en varias zonas de España y no de transmisión comunitaria porque demuestra que se está yendo "bien" en la evolución de la pandemia. Y todo ello a pesar de que el propio Ministerio de Sanidad calcula que solo se detectan alrededor de un tercio de las infecciones.
El protocolo de control implantado en aeropuertos es, a todas luces, insuficiente. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido a Sánchez hasta en cuatro ocasiones que se establezcan de forma inmediata medidas efectivas de prevención y contención para evitar que Barajas sea un coladero de coronavirus y se convierta en el nuevo 8-M, pero el Gobierno ha rechazado endurecer los controles en aeropuertos.
Las medidas propuestas por Ayuso son pura lógica:
* Control de la enfermedad en países de origen.
* Restricción de vuelos procedentes de países con una tasa de contagio superior a la de España o del conjunto de los países del espacio Schengen.
* Requerir, para poder embarcar con destino a España, una prueba diagnóstica de PCR negativa sobre Covid-19 en las 48 horas anteriores a la salida.
* Poner en marcha un dispositivo del SUMMA destinado 24 horas en el aeropuerto de Barajas, que se encargaría de realizar pruebas PCR en casos que detecte Sanidad Exterior y de su traslado para aislamiento.
* Derivar a dichos pacientes leves a un hotel medicalizado.
* Que Sanidad Exterior despliegue una plataforma tecnológica que permita a los departamentos de Salud Pública de las diferentes autonomías monitorizar a los pasajeros que entran en el país.
Canarias también insiste en el mecanismo de los test PCR en origen y, si no fuera posible, en destino, para garantizar la seguridad tanto de los canarios como de los turistas y visitantes.
La respuesta del Ministro de Transportes, José Luis Ábalos: "Madrid, ciudad abierta pero segura, no puede anticipar un mensaje de que por aquí puede venir el mal".
Para Sánchez, los controles se encuentran «entre los más rigurosos de los aeropuertos europeos pues incluyen un control primario para todos los pasajeros, con la toma de temperatura y un control documental a través de un cuestionario», según dijo el 20 de junio.
Pero, una vez más, la afirmación es mentira. Los registros de la IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo) revelan que los controles de países como Francia, Portugal, Holanda, Alemania, Reino Unido o Estados Unidos, son más rigurosos y serios que los aplicados por España: cuarentenas de 14 días y certificados con resultado negativo de coronavirus.
El plan de Sánchez ya ha quedado en entredicho tras la confirmación, en los últimos días, de numerosos positivos en viajeros. Y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades ya ha advertido de la ineficacia de algunas medidas, como la medición de la temperatura y un control «visual» para evaluar el aspecto del viajero. ¿Por qué? Porque una proporción de los casos es asintomático y una proporción de la transmisión ocurre antes del inicio de los síntomas; un 40% de los nuevos infectados son capaces de propagar la información de forma silenciosa. Además, un número relativamente grande de casos está en fase de incubación cuando viaja; el Covid tiene un periodo de incubación de entre 2 y 14 días, y un 75% de los casos desarrollan los síntomas entre los 4 y 7 días posteriores al contagio.
Mientras en España Sánchez se niega a imponer los test PCR para cruzar las fronteras nacionales y garantizar que no se relanzan los brotes de contagio, en el resto del mundo observan a España como un infectódromo y restringen sin miramientos la entrada de españoles.
Tampoco debemos olvidar que los principales turistas que visitan España son británicos, alemanes, franceses, portugueses, italianos...
Pues bien, Alemania ha tenido que volver a confinar a 600.000 personas en Renania del Norte por un contagio en una empresa cárnica que ha afectado a más de 1.550 personas.
Reino Unido está abriendo las restricciones demasiado rápido y por el momento ya se han registrado nuevos brotes de coronavirus en dos fábricas de carne en Gales e Inglaterra.
Francia aún tiene 83 focos activos de coronavirus y ha tenido que volver a cerrar 70 escuelas.
Por su parte, Portugal se ha visto obligado a dar un paso atrás en su reapertura y ha vuelto a imponer la cuarentena en el área metropolitana de Lisboa debido a los rebrotes.
Italia también sigue detectando nuevas zonas rojas en las últimas semanas, en las regiones de Lombardía, Calabria, Piamonte, Emilia Romagna y Roma.
Bélgica ha pedido a los turistas que hayan viajado recientemente a Lleida que se sometan a una cuarentena voluntaria al regresar a territorio belga para evitar propagar el coronavirus en caso de que hayan resultado infectados y que se sometan al test si perciben síntomas de la enfermedad.
A nivel europeo se está trabajando para ver qué países pueden viajar a España y la UE a partir del 1 de julio, creando una lista de países vetados (aquellos donde la situación epidemiológica en origen esté aún descontrolada); la confección de tal listado es una negociación explosiva, no solo por las diferencias entre los socios (discrepancias sobre la aplicación de los criterios para hacer la selección y sobre la fiabilidad o no de los datos epidemiológicos de terceros países), sino también por su posible repercusión en el exterior. Por el momento, en la lista negra de la UE hay países tan significativos como Estados Unidos, Rusia, Brasil, Argentina, Perú, Chile, Arabia Saudí, Sudáfrica o Singapur. La lista de países permitidos incluye a Argelia, Australia, Canadá, Japón, Montenegro, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Corea del Sur, Tailandia, Túnez, Uruguay, Georgia y China (si hay reciprocidad).
El Gobierno de Pedro Sánchez podría verse obligado a intervenir y restringir de nueva la entrada de turistas por las fronteras españolas si el país alcanza cifras de contagios de más de 50 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes durante una semana. Ésto es lo que le dice la Unión Europea, pero Sánchez está intentando negociar las cifras para permitir el coladero de coronavirus en nuestro país. Porque aunque los controles están coordinados con los estados de la UE, son las autoridades sanitarias de los distintos países las que deciden qué controles aplican y cuáles no.
También debemos recordar que, aunque la situación está mejorando aquí en Europa, a nivel mundial está empeorando y la OMS ya ha advertido que "la pandemia se está acelerando". ¡Menos mal que Marruecos sí es responsable y ha suspendido este verano la 'operación paso del Estrecho'! (medida que había solicitado la Junta de Andalucía, y que sigue sin respuesta por parte de Sánchez).
No podemos dejar que entre todo el mundo sin un exhaustivo control. Nuestro país no puede permitirse el lujo de volver a tener que confinarse y parar otra vez toda la economía. Si Sánchez sigue en sus trece, nada de lo que hemos hecho habrá servido para nada; el sacrificio que hemos hecho todos los españoles durante los últimos tres meses y medio se irá al garete.
Una vez aprobado el decreto que establece las reglas básicas de la nueva normalidad en la que se ha instalado toda España (convalidado en el Congreso el 25 de junio) falta crear una estrategia para afrontar la posibilidad de importantes rebrotes. Por el momento, solo existe el documento para su detección titulado Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de Covid-19, actualizado por Sanidad el 16 de junio.
El denominado Plan de preparación y respuesta frente a una segunda oleada del Covid-19 estará listo “en una semanas” tras el correspondiente debate con las autonomías, según el ministro Illa. Dado que ya ostentan las competencias plenas, las comunidades deben establecer conjuntamente con Sanidad el nivel de riesgo en que se encuentran en cada momento. Salvo que sea necesario reinstaurar el estado de alarma en todo o una parte del territorio.
El plan del Gobierno para hacer frente a una posible segunda ola de la pandemia de coronavirus clasificará a los distintos territorios en tres niveles de riesgo (bajo, medio y alto), en función del grado de transmisión del virus y del estado de su red sanitaria. A cada uno de esos niveles de amenaza les corresponderá un lista de actuaciones a ejecutar, ya sea en el ámbito local, territorial o estatal.
Esto era de esperar, y no hace falta ser ningún experto epidemiólogo ni ningún gurú para preverlo. He aquí la cronología:
1º.- Febrero: El virus llega a España. Nuestro Gobierno pasa de todo porque quiere celebrar, a toda costa, las manifestaciones del 8-M.
2º.- 14 de Marzo: El virus se extiende hasta el infinito. Sánchez decreta el estado de alarma, cierra el país, nos encierra a todos en nuestras casas y bloquea toda actividad económica. Consecuencias: caos en el sistema sanitario, miles de infectados y muertos, y hecatombe económica.
3º.- 21 de Junio: Tres meses y medio después, el virus parece estar controlado, OJO! no erradicado. Se nos permite volver al trabajo, la movilidad interprovincial y se abren fronteras. Y todo ésto sin haber hecho test a la población para detectar y aislar a los asintomáticos, que ahora tienen completa libertad para seguir infectando por ahí a diestro y siniestro (sin saberlo, eso sí).
4º.- Ahora, el virus vuelve a circular y a extenderse por todo el país. Además, entran nuevos focos importados, ya que el Gobierno permite entrar en España a turistas, temporeros, e inmigrantes ilegales sin exigirles antes un test negativo.
5º.- ¿Los rebrotes se convertirán en una segunda ola de la pandemia? ¿Volveremos al confinamiento? Algunas comunidades ya han decretado el confinamiento en determinadas comarcas y regiones.
El coronavirus continúa ahí fuera y aprovecha cualquier oportunidad para volver a infectar. Según el protocolo de Sanidad del 16 de junio, un brote es "una agrupación de tres o más casos confirmados o probables con una infección activa en los que hay un vínculo epidemiológico".
Según este criterio, a 30 de junio, España tiene 51 brotes activos, con 1.140 personas infectadas. Las cifras de contagios están comenzando de nuevo a subir.
El 7 de julio: 67 brotes.
El 10 de julio: 73 brotes activos. El 70% de los casos son asintomáticos y, en el caso de Cataluña la curva ya es muy similar a la que se dio en la primera semana de marzo, justo antes de decretarse el confinamiento.
El 13 de julio: 120 brotes activos.
El 28 de julio: 361 brotes activos.
Y ello pese a que Sanidad centraliza los datos de los rebrotes que diariamente le reportan las comunidades autónomas, pero no los hace públicos, haciendo gala de su (in)transparencia informativa habitual. Es decir, el Ministerio no concreta ni el tamaño ni la localización exacta de los focos, por lo que la información conocida hasta la fecha procede de las comunidades autónomas y los ayuntamientos.
Los nuevos rebrotes en España
El caso es que, en el comienzo de la 'nueva normalidad', España está viendo como aparecen nuevos rebrotes de coronavirus, salpicando toda la geografía. Y ello se debe a distintas razones.
Rebrotes en hospitales
Hay brotes hospitalarios, como los dos del País Vasco (en los hospitales de Basurto y Txagorritxu, que las autoridades consideran “controlados” a pesar de que han ocasionado 3 muertos y 65 contagios), y otro en el hospital Río Hortega de Valladolid con 38 positivos.
Rebrotes sociales
También brotes que se cree que se originaron en reuniones familiares o sociales, como uno en Pamplona con 21 casos confirmados; otro en un velatorio en Granada, con 16 (muchos asintomáticos), otro en Orio (Gipuzkoa) con 23 positivos, y otro en el municipio lucense de Xove que afecta a 8 personas del mismo entorno familiar; también en Lugo, en la zona de A Mariña hay otro brote con 144 positivos y 400 vecinos en seguimiento. (Actualización 5 de julio: comarca confinada; queda prohibido entrar o salir del área formada por los 14 ayuntamientos del distrito sanitario de A Mariña).
El 27 de junio se detectó un brote en Santander, con 15 contagios, que mantiene confinado a un edificio completo (82 personas) y se están haciendo pruebas a los habitantes de edificios colindantes. Otro edificio en la C/ Baños de Albacete también ha sido confinado.
Una comida familiar provoca un brote de 16 contagios en Castellón; el paciente 0 llegó desde Lleida. También desde allí llegó el coronavirus a una calle repleta de bares en Ordizia (Guipuzcoa), que ya ha causado 48 contagios. Y se ha confirmado un brote en Tarazona de la Mancha (Albacete) con 5 infectados.
Baleares ha notificado hasta 9 brotes, todos ellos en el ámbito familiar, 8 de ellos en la isla de Mallorca y otro más en la isla de Ibiza.
Rebrotes en residencias
Y casos en residencias de mayores. En Lleida, la residencia privada Castrillón empezó a detectar positivos el 14 de junio después de que empezaran las visitas; ya hay 18 personas contagiadas (13 son residentes y 5 trabajadores). Extremadura mantiene aislados a mayores que viven en dos residencias en Plasencia y Casar de Cáceres por haber dado positivo, pero no los considera brotes activos al ser “casos antiguos”, de antes de la desescalada.
En Valladolid también se han detectado dos brotes en residencias privadas que han afectado a 18 personas. Una residencia en Bilbao ha notificado 8 positivos; al parecer, una feligresa había visitado a algunos pacientes del hospital de Basurto, donde se contagió. Y la Diputación de Gipuzkoa ha notificado el contagio de una persona de la residencia de Aretxabaleta.
El 29 de junio se han detectado 4 nuevos positivos más por PCR en la Comunidad Valenciana (dos ancianos residentes y dos trabajadores en centros de mayores).
Rebrotes laborales
En el ámbito laboral también se han producido acumulaciones de casos, sobre todo con los temporeros. Huesca y Lleida son las principales regiones afectadas por este tipo de brotes. Solo en la última hay 7 focos activos, 4 de ellos en fábricas, con más de 100 contagiados.
El más numeroso se ha producido en Huesca (en varias comarcas que lindan con Lleida), entre trabajadores temporeros del sector hortofrutícola (14 contagios). En las distintas localidades de la región hay ya 290 casos activos (y subiendo), lo que ha provocado que las comarcas aragonesas de Cinca Medio, Bajo Cinca y La Litera, en Huesca, y la de Baja Aragón-Caspe, en Zaragoza, retrocedan a la Fase 2 de la desescalada.
La Generalitat también ha informado de un foco de coronavirus 'ya controlado' que ha afectado a 31 personas, de las que 20 son trabajadoras de una misma empresa y el resto contactos de éstas. También hay contagios entre 24 temporeros en La Juneda (Lleida); en esta provincia catalana hay, además, otros 7 positivos aislados en un hotel en la capital (también son temporeros).
Actualización 4 de julio: La Generalitat ha ordenado confinar en sus viviendas a los habitantes de la comarca leridana del Segrià (la más poblada de Lleida) durante, como mínimo 14 días. Los brotes de Lleida (hay 15 brotes activos, 4.030 casos) son en cuatro empresas hortofrutícolas, una empresa agroalimentaria, una comunidad de vecinos, una residencia geriátrica, una granja escuela y un hostal.
Se ha detectado un brote en una empresa cárnica en Rafaelbunyol (Valencia), donde se han hecho 412 pruebas PCR, resultando 14 positivos. Y nuevo foco ha hecho saltar de nuevo todas las alarmas el 1 de julio: 4 positivos en una empresa cárnica de 400 trabajadores en Avinyó (Barcelona). La Comunidad de Madrid ha informado de un brote vinculado a una empresa con 5 positivos.
Varios barcos atuneros españoles se encuentran en cuarentena en las Seychelles por 10 positivos por coronavirus (son asintomáticos y sospechan que se pudieron contagiar durante el viaje en avión).
Rebrotes a fecha de 4 julio: siguen aumentando |
Contagios por inmigrantes ilegales
La entrada de inmigrantes ilegales se ha convertido en una puerta abierta a los rebrotes de coronavirus y, pese a ello, el Ejecutivo sigue sin reforzar los controles ni exigir la obligatoriedad de realizar test, sin olvidar que ya no tienen obligación de hacer una cuarentena forzosa de 14 días (durante el estado de alarma sí). O sea, el Gobierno de Pedro Sánchez sigue jugando a la ruleta rusa. La ausencia de pruebas diagnósticas está en el origen del brote registrado en Navalmoral de la Mata. El 'paciente 0' fue un inmigrante llegado en patera a Almería que fue enviado por la Delegación del Gobierno a Extremadura sin hacer test ni alertar. En estos momentos, ese brote suma 43 contagios y el paciente 0 se ha dado a la fuga, por lo que se ha decretado una orden de busca y captura mientras sigue infectando por ahí a diestro y siniestro.
Tres pateras que fueron rescatadas por Protección Civil en Fuerteventura han registrado 40 inmigrantes contagiados de coronavirus. En Murcia, 23 policías permanecen en cuarentena tras la llegada de un inmigrante positivo en patera a las costas de Águilas, en Cartagena; ya se han detectado 10 contagios.
En Andalucía permanecen en alerta Cádiz, Granada, Málaga y Huelva, con un total de 17 brotes que suman 265 positivos en esta comunidad autónoma. Lo que comenzó como un brote en un hostal de Algeciras (Cádiz) ha acabado en dos pensiones afectadas con 26 casos detectados en Campo de Gibraltar. En Málaga se ha detectado un brote en un centro de acogida de Cruz Roja, con 108 casos positivos confirmados.
30 de Junio, Sánchez ha revelado al Congreso de los Diputados que en los pasados meses de marzo, abril y mayo, es decir, en plena pandemia de coronavirus y con las fronteras cerradas, llegaron a las costas españolas 2.001 inmigrantes irregulares procedentes de países subsaharianos sin que se les hicieran test PCR generalizadas a su llegada, ni antes de ser trasladados a los centros de acogida que hay distribuidos por todo el país. Reconoce que el protocolo de Sanidad es hacer un test serológico (que no PCR) «cuando sea necesario», es decir, cuando se observaban síntomas.
Contagios importados
La apertura de fronteras internacionales también ha traído consecuencias negativas a nivel sanitario:
En Murcia, un brote con 32 contagiados se originó a partir de un caso que llegó de Bolivia procedente de un vuelo humanitario el 3 de junio; hay cerca de 60 personas en cuarentena por ser contactos estrechos de estos contagiados.
También se ha informado de un nuevo brote con 10 afectados en Lepe (Huelva), originado en una barbacoa familiar a la que asistió una persona llegada del extranjero (un marinero regresado de Angola que finalmente ha fallecido); hay 61 personas en cuarentena. En municipios gallegos de Ribeira y A Pobra (A Coruña) hay al menos 9 positivos y se investiga si su origen está en una persona que viajó desde Brasil, en avión, vía Lisboa.
Entre los días 22 y 28 de junio se detectaron 54 casos de infectados por coronavirus importados, según ha confirmado Sanidad a las puertas de que la Unión Europea comience a abrir sus fronteras a 14 países considerados 'seguros'.
Es decir, los nuevos casos registrados de coronavirus no se deben a la relajación de las medidas higiénico-sanitarias por parte de la ciudadanía (distanciamiento y mascarilla), como quiere hacernos creer el Gobierno (solo el 40% de los rebrotes tienen su origen en ámbitos familiares). Echar la culpa a otros es su estrategia habitual para autoexculparse. Pero no cuela. Hombre, ya sabemos que, al igual que pasó durante el confinamiento, siempre habrá algún ciudadano irresponsable que se salte a la torera las normas, al igual que jóvenes descerebrados que convocan macroquedadas fiesteras para hacer botellón. Pero son casos puntuales. Afortunadamente ésa no es la tónica general y la sociedad sí está cumpliendo las normas de prevención, al igual que aceptó rechistar la supresión total de derechos y libertades durante 98 días.
En resumen, mientras el Gobierno apela a la responsabilidad de los españoles para evitar nuevos brotes y nos recuerda que el «virus sigue ahí», quien exhibe una actitud absolutamente irresponsable es el propio Gobierno.
Los principales problemas de los rebrotes que estamos sufriendo en España son dos:
1) Los casos importados, ya sea por trabajadores temporeros, por inmigrantes ilegales que se cuelan en patera, o por turistas que llegan a España sin ningún tipo de control (algunos desde países muy virulentos y potencialmente peligrosos en términos sanitarios).
2) Los asintomáticos, que siguen transmitiendo el virus sin saberlo porque el Gobierno se ha negado a hacernos tests a todos los españoles para detectarlos y aislarlos hasta que se curen y ya no sean un peligro público.
El coladero de los aeropuertos españoles
Fronteras abiertas. Riesgo de rebrotes. Y todas las medidas que el Gobierno pone al control de entrada de viajeros en los aeropuertos son tres simples actuaciones: una declaración responsable del viajero (formulario de localización indicando los datos sobre su procedencia o estancia en España, además de si ha pasado el coronavirus); una medición de temperatura a través de cámara termográfica; y una inspección visual basada en el ‘ojo clínico’ del que las hace. Y con estas laxas medidas pretenden crear una imagen de destino seguro que recupere el turismo internacional.
Lo del Ministerio de Sanidad roza el paroxismo del absurdo. Dichas medidas fueron consideradas por el propio ministerio como de «efectividad incierta», según un informe técnico elaborado por el propio Ministerio el 10 de febrero, en el que aseguraba literalmente que estas medidas no permitirían detectar a los asintomáticos: «Un agujero en toda regla, puesto que el 45% de los nuevos casos no manifiestan síntomas».
Lo que está claro es que nuestro gobierno negligente no ha aprendido nada de sus errores pasados, sino que persevera, en contra del sentido común y de los criterios científicos, en su incompetencia en la gestión de la crisis del coronavirus. Es más, siguen vanagloriándose de su "buena gestión"; Fernando Simón, ha asegurado que es una "buena noticia" que se estén hablando de brotes del nuevo coronavirus en varias zonas de España y no de transmisión comunitaria porque demuestra que se está yendo "bien" en la evolución de la pandemia. Y todo ello a pesar de que el propio Ministerio de Sanidad calcula que solo se detectan alrededor de un tercio de las infecciones.
El protocolo de control implantado en aeropuertos es, a todas luces, insuficiente. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido a Sánchez hasta en cuatro ocasiones que se establezcan de forma inmediata medidas efectivas de prevención y contención para evitar que Barajas sea un coladero de coronavirus y se convierta en el nuevo 8-M, pero el Gobierno ha rechazado endurecer los controles en aeropuertos.
Las medidas propuestas por Ayuso son pura lógica:
* Control de la enfermedad en países de origen.
* Restricción de vuelos procedentes de países con una tasa de contagio superior a la de España o del conjunto de los países del espacio Schengen.
* Requerir, para poder embarcar con destino a España, una prueba diagnóstica de PCR negativa sobre Covid-19 en las 48 horas anteriores a la salida.
* Poner en marcha un dispositivo del SUMMA destinado 24 horas en el aeropuerto de Barajas, que se encargaría de realizar pruebas PCR en casos que detecte Sanidad Exterior y de su traslado para aislamiento.
* Derivar a dichos pacientes leves a un hotel medicalizado.
* Que Sanidad Exterior despliegue una plataforma tecnológica que permita a los departamentos de Salud Pública de las diferentes autonomías monitorizar a los pasajeros que entran en el país.
Canarias también insiste en el mecanismo de los test PCR en origen y, si no fuera posible, en destino, para garantizar la seguridad tanto de los canarios como de los turistas y visitantes.
La respuesta del Ministro de Transportes, José Luis Ábalos: "Madrid, ciudad abierta pero segura, no puede anticipar un mensaje de que por aquí puede venir el mal".
Para Sánchez, los controles se encuentran «entre los más rigurosos de los aeropuertos europeos pues incluyen un control primario para todos los pasajeros, con la toma de temperatura y un control documental a través de un cuestionario», según dijo el 20 de junio.
Pero, una vez más, la afirmación es mentira. Los registros de la IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo) revelan que los controles de países como Francia, Portugal, Holanda, Alemania, Reino Unido o Estados Unidos, son más rigurosos y serios que los aplicados por España: cuarentenas de 14 días y certificados con resultado negativo de coronavirus.
El plan de Sánchez ya ha quedado en entredicho tras la confirmación, en los últimos días, de numerosos positivos en viajeros. Y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades ya ha advertido de la ineficacia de algunas medidas, como la medición de la temperatura y un control «visual» para evaluar el aspecto del viajero. ¿Por qué? Porque una proporción de los casos es asintomático y una proporción de la transmisión ocurre antes del inicio de los síntomas; un 40% de los nuevos infectados son capaces de propagar la información de forma silenciosa. Además, un número relativamente grande de casos está en fase de incubación cuando viaja; el Covid tiene un periodo de incubación de entre 2 y 14 días, y un 75% de los casos desarrollan los síntomas entre los 4 y 7 días posteriores al contagio.
Mientras en España Sánchez se niega a imponer los test PCR para cruzar las fronteras nacionales y garantizar que no se relanzan los brotes de contagio, en el resto del mundo observan a España como un infectódromo y restringen sin miramientos la entrada de españoles.
Tampoco debemos olvidar que los principales turistas que visitan España son británicos, alemanes, franceses, portugueses, italianos...
Pues bien, Alemania ha tenido que volver a confinar a 600.000 personas en Renania del Norte por un contagio en una empresa cárnica que ha afectado a más de 1.550 personas.
Reino Unido está abriendo las restricciones demasiado rápido y por el momento ya se han registrado nuevos brotes de coronavirus en dos fábricas de carne en Gales e Inglaterra.
Francia aún tiene 83 focos activos de coronavirus y ha tenido que volver a cerrar 70 escuelas.
Por su parte, Portugal se ha visto obligado a dar un paso atrás en su reapertura y ha vuelto a imponer la cuarentena en el área metropolitana de Lisboa debido a los rebrotes.
Italia también sigue detectando nuevas zonas rojas en las últimas semanas, en las regiones de Lombardía, Calabria, Piamonte, Emilia Romagna y Roma.
Bélgica ha pedido a los turistas que hayan viajado recientemente a Lleida que se sometan a una cuarentena voluntaria al regresar a territorio belga para evitar propagar el coronavirus en caso de que hayan resultado infectados y que se sometan al test si perciben síntomas de la enfermedad.
A nivel europeo se está trabajando para ver qué países pueden viajar a España y la UE a partir del 1 de julio, creando una lista de países vetados (aquellos donde la situación epidemiológica en origen esté aún descontrolada); la confección de tal listado es una negociación explosiva, no solo por las diferencias entre los socios (discrepancias sobre la aplicación de los criterios para hacer la selección y sobre la fiabilidad o no de los datos epidemiológicos de terceros países), sino también por su posible repercusión en el exterior. Por el momento, en la lista negra de la UE hay países tan significativos como Estados Unidos, Rusia, Brasil, Argentina, Perú, Chile, Arabia Saudí, Sudáfrica o Singapur. La lista de países permitidos incluye a Argelia, Australia, Canadá, Japón, Montenegro, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Corea del Sur, Tailandia, Túnez, Uruguay, Georgia y China (si hay reciprocidad).
El Gobierno de Pedro Sánchez podría verse obligado a intervenir y restringir de nueva la entrada de turistas por las fronteras españolas si el país alcanza cifras de contagios de más de 50 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes durante una semana. Ésto es lo que le dice la Unión Europea, pero Sánchez está intentando negociar las cifras para permitir el coladero de coronavirus en nuestro país. Porque aunque los controles están coordinados con los estados de la UE, son las autoridades sanitarias de los distintos países las que deciden qué controles aplican y cuáles no.
También debemos recordar que, aunque la situación está mejorando aquí en Europa, a nivel mundial está empeorando y la OMS ya ha advertido que "la pandemia se está acelerando". ¡Menos mal que Marruecos sí es responsable y ha suspendido este verano la 'operación paso del Estrecho'! (medida que había solicitado la Junta de Andalucía, y que sigue sin respuesta por parte de Sánchez).
No podemos dejar que entre todo el mundo sin un exhaustivo control. Nuestro país no puede permitirse el lujo de volver a tener que confinarse y parar otra vez toda la economía. Si Sánchez sigue en sus trece, nada de lo que hemos hecho habrá servido para nada; el sacrificio que hemos hecho todos los españoles durante los últimos tres meses y medio se irá al garete.
Un plan para los rebrotes
Una vez aprobado el decreto que establece las reglas básicas de la nueva normalidad en la que se ha instalado toda España (convalidado en el Congreso el 25 de junio) falta crear una estrategia para afrontar la posibilidad de importantes rebrotes. Por el momento, solo existe el documento para su detección titulado Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de Covid-19, actualizado por Sanidad el 16 de junio.
El denominado Plan de preparación y respuesta frente a una segunda oleada del Covid-19 estará listo “en una semanas” tras el correspondiente debate con las autonomías, según el ministro Illa. Dado que ya ostentan las competencias plenas, las comunidades deben establecer conjuntamente con Sanidad el nivel de riesgo en que se encuentran en cada momento. Salvo que sea necesario reinstaurar el estado de alarma en todo o una parte del territorio.
El plan del Gobierno para hacer frente a una posible segunda ola de la pandemia de coronavirus clasificará a los distintos territorios en tres niveles de riesgo (bajo, medio y alto), en función del grado de transmisión del virus y del estado de su red sanitaria. A cada uno de esos niveles de amenaza les corresponderá un lista de actuaciones a ejecutar, ya sea en el ámbito local, territorial o estatal.