El virus que causa COVID-19 es un coronavirus. Los coronavirus son un grupo grande y diverso, y necesitas microscopios grandes y poderosos para poder verlos. Su nombre viene porque, al microscopio, el virus se ve como si tuviera una corona alrededor. Hay muchos tipos de coronavirus y pueden infectar a diferentes mamíferos y aves, y algunos causan enfermedad respiratoria leve en la población todos los años. Por tanto, los coronavirus no son nuevos, pero el COVID-19 sí.
Pero el virus desarrolló una capacidad: desarrolló la habilidad de poder saltar a otra especie e infectar humanos (es lo que se llama zoonosis). Y después desarrolló otra capacidad: la de poder ser transmitido entre personas. Así es como se formó la pandemia que estamos viviendo ahora.
Estas habilidades de los coronavirus no son nuevas, este es el tercer coronavirus que conocemos desde 2002 que ha desarrollado estas capacidades. Todos ellos se originaron en murciélagos, pasaron a humanos, y ahora se pueden transmitir entre las personas:
a) El primero de estos virus causó el síndrome respiratorio agudo o SARS coronavirus. Apareció en Guangdong, China en 2002.
b) El siguiente fue el del síndrome respiratorio MERS coronavirus. Emergió en el Medio Oriente en 2012 y aún sigue causando brotes allí.
c) Recientemente, al final del 2019, el SARS coronavirus-2 apareció en Wuhan, China, y como el virus es similar al virus que causó el primer SARS-coronavirus, se le llamó SARS-coronavirus 2. COVID-19 es el nombre abreviado de esta enfermedad.
Los virus necesitan vivir en células, y después de replicarse en esas células, salen a infectar otras en el cuerpo.
El periodo infeccioso es el tiempo durante el cual alguien infectado puede transmitir el virus a otras personas. Éste se inicia 2 días antes de que empiecen a presentar signos y síntomas, y pueden infectar a otras personas hasta el final de su enfermedad. Podríamos decir que el final del periodo infeccioso (ya no son fuente de contagio) sería, al menos, 10 días después del inicio de la enfermedad, siempre y cuando sus síntomas estén mejorando, y si no han tenido fiebre en los últimos 3 días.
En las personas asintomáticas es más difícil definir su periodo infeccioso, pero asumimos que el periodo dura entre 10 a 14 días.
Por tanto, las personas pueden infectar a otras antes de manifestar la enfermedad (antes de saber que están enfermos), y especialmente el día que empiezan a sentirse mal, y de allí pueden continuar contagiando el virus a otros durante todo el tiempo en que estén enfermos. La duración varía entre unas personas a otras, pero será al menos de 7 días.
1) Como sabemos, las personas infectadas tienen el virus en el tracto respiratorio, en la boca, nariz, y garganta, y hay gotas pequeñas que salen de nuestra nariz y boca cuando hablamos, reímos, tosemos, estornudamos, e incluso cuando cantamos. A veces puedes verlas, pero a veces son tan pequeñas que no las percibes, pero están ahí de todos modos. Si alguien está infectado con SARS-CoV-2, esas gotas que salen pueden contener el virus, y si esas gotitas, aterrizan en la cara de otra persona, en su boca, nariz u ojos, pueden infectarla. Estas gotas pueden viajar hasta dos metros de distancia, de ahí la importancia de mantener esa distancia con otras personas. El uso de mascarilla también es importante, como barrera para que esas gotas no entren o salgan de nuestro tracto respiratorio.
2) La segunda forma de transmisión del virus es a través del contacto con superficies que contienen virus. Acabamos de ver cómo el virus está en las gotas respiratorias de personas infectadas, si esas gotas llegan a las superficies o a las manos de la persona infectada y esa persona toca una superficie como una mesa o un picaporte, puede dejar el virus en esa superficie. El virus puede sobrevivir o permanecer en esas superficies, y contaminar las manos de otras personas. Ahora, si tocas una superficie que contiene el virus, y luego te tocas la boca, nariz u ojos, te puedes infectar con el virus. Por eso lavarse las manos y limpiar es tan importante para evitar la transmisión.
Por tanto, la transmisión será más probable que ocurra cuanto más cercano sea el contacto con otra persona. Por "contacto cercano" nos referimos a personas que pasan 15 minutos o más a menos de 2 metros del paciente. Aunque la transmisión es más probable entre personas convivientes (porque tienen contacto físico y comparten espacios), es importante destacar que los contactos cercanos pueden no haber tenido nunca contacto físico como tal con el paciente, pero sí haber estado lo suficientemente cerca de él como para estar en riesgo de transmisión.
Los entornos de vivienda aglomerados (como prisiones, residencias estudiantiles, albergues para personas sin hogar, residencias de ancianos...) son lugares con alto riesgo para una propagación muy rápida, porque las personas viven muy juntas y comparten espacios comunes.
Los síntomas, en cambio, no pueden ser medidos objetivamente, pero son lo que el paciente dice que está sintiendo. Por ejemplo, la fatiga (se sienten muy cansados), las náuseas, la pérdida del gusto o el olfato, el dolor muscular... La fiebre puede ser un signo o un síntoma, debido a que puede medirlo otra persona y puedes puedes notar cuando tienes fiebre.
Esta enfermedad es rara porque puede manifestarse con gran variedad de signos y síntomas, y ésto hace que sea difícil de clasificar. Además, algunas personas pueden no tener ningún síntomas, a ésto se le llama ser asintomático. Esto quiere decir que una persona puede ser infectada por SARS-coronavirus-2 y no saberlo. Se sienten bien, y están perfectamente sanos. Otros tienen síntomas leves, y los hay que tienen síntomas graves y se sienten muy enfermos. Ahí radica la complejidad.
Entre las personas que tienen signos y síntomas, hay muchos que son comunes en el COVID-19: fiebre, cansancio, fatiga, escalofríos, dolores musculares, tos... (Muchas personas piensan en COVID-19 como una enfermedad respiratoria, y piensan en la tos, pero no todos tendrán tos).
Personas que han tenido COVID-19 refieren pérdida del sentido del olfato o del gusto, dificultad para respirar y sensación de falta de aire. Este es el síntoma más grave del COVID-19. Algunos pueden tener dolor de cabeza y garganta.
Es importante tener en cuenta que las personas con COVID-19 pueden tener solo uno, unos cuantos, o todos estos signos y síntomas. Por tanto, no hay una forma única de definir COVID-19, pero hay que considerarlos todos. Muchos de estos signos y síntomas no son específicos del Covid, lo que significa que son frecuentes en otras infecciones también, y eso dificulta su diagnóstico sin una prueba específica.
Hay signos y síntomas que indican que la enfermedad está empeorando o progresando, como el aumento de la fiebre o la mayor dificultad para respirar. Los pacientes deben ir a urgencias inmediatamente si desarrollan alguno de los siguientes signos de alarma o síntomas:
* Si sus labios o cara se vuelven azulados, lo que significa que no tienen suficiente oxígeno.
* Si presentan aumento en la frecuencia respiratoria, lo que significa que respiran con mayor frecuencia de lo normal.
* Si tienen dificultad para respirar, significa que no tienen suficiente aire aunque respiren más rápido.
* Si tiene dolor al respirar.
* Si está durmiendo y se despierta porque se siente ahogado, o nota que le falta aire.
* Si presenta confusión, está desorientado, o si es difícil de despertar.
Una de las maneras por las que COVID-19 produce enfermedad grave y muerte es porque se afectan los pulmones. En los pulmones recibimos el oxígeno para todo el cuerpo y si no funcionan adecuadamente no podemos obtener suficiente oxígeno.
Otras condiciones médicas preexistentes que aumentan el riesgo de sufrir COVID-19 grave incluyen:
* Diabetes, hipertensión, cualquier tipo de enfermedad pulmonar como asma, enfisema o EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
* Obesidad.
* Las personas con enfermedad cardíaca, hepática y enfermedad renal.
* Personas con sistema inmune débil presentan mayor riesgo, y algunos tienen sistemas inmunes débiles porque toman medicamentos como corticoides u otras que afectan la función del sistema inmune.
Si alguien tiene VIH y toma medicación y su infección por VIH está controlada, no tienen un riesgo aumentado de COVID-19 grave.
Otra, es por falta de oxígeno, si los pulmones no funcionan adecuadamente, no llega suficiente oxígeno al cuerpo y eso puede dañar muchos otros órganos. Y para sobrevivir necesitas que tus órganos funcionen. El daño a esos órganos puede aumentar el riesgo de un ataque al corazón, fallo renal, ataque cerebrovascular o problemas de la coagulación, y todos ellos pueden causar la muerte por COVID-19.
Hay personas con mayor riesgo de morir, depende en general de tu estado de salud antes de enfermar y también del acceso a atención médica.
Como hemos dicho, la muerte por COVID-19 en personas mayores es más común y aumenta con la edad.
Cuando pensamos en el riesgo de transmisión, las residencias de ancianos realmente representan el peor de los escenarios. Esto se debe a que hay, por supuesto, personas viviendo juntas en espacios reducidos, con contactos frecuentes entre ellas, pero también a que representan un grupo de personas de muy alto riesgo de enfermedad grave debido a la edad avanzada, y a condiciones de salud subyacentes múltiples que implican un aumento del riesgo de enfermedad grave. El personal tiene un mayor riesgo también, porque están en contacto estrecho con los pacientes. Y lo que es más importante, las residencias de ancianos no son hospitales, y por lo tanto no están equipadas para proporcionar tratamiento a personas que desarrollan infecciones graves.
Actualmente no existe tratamiento específico para curar el COVID-19. Pero los científicos están trabajando duro y lo más rápido posible para encontrar tratamientos. El mejor tratamiento que tenemos ahora mismo es tratamiento de soporte, para mantener las funciones del cuerpo mientras el sistema inmune vence a la infección. Muchos pacientes con enfermedad pulmonar y enfermedad pulmonar severa necesitan ayuda mecánica (respirador artificial) para respirar.
Una es una prueba diagnóstica para identificar el virus en el cuerpo. Se le llama PCR, que significa reacción en cadena de la polimerasa. Es una reacción química de laboratorio que trata de encontrar el virus. También se llama prueba molecular y muestra que el virus se está reproduciendo en las células.
El otro tipo de prueba son las pruebas de anticuerpos, que identifican anticuerpos contra el virus, generalmente en la sangre. Los anticuerpos los produce tu sistema inmune para luchar contra virus o bacterias. Podemos identificar anticuerpos específicos a este virus en la sangre. Algunos anticuerpos, llamados IgG, empiezan a desarrollarse cuando enfermas, pero son identificados una vez te has recuperado.
Cuando buscamos una infección activa generalmente hacemos PCR en personas con signos o síntomas de la enfermedad. La prueba PCR detecta el ARN del virus, es decir, el material genético del virus. Esto nos indica esencialmente si el virus está en la sangre replicándose en el cuerpo. Generalmente se toman muestras con un hisopo, de la nariz, garganta, o boca, de algún lugar en el tracto respiratorio, ya que es ahí donde al virus le gusta replicarse en el cuerpo.
No hay una prueba perfecta, lo que significa que a veces los resultados de la prueba pueden estar equivocados. A veces hay resultados falsos, lo que significa que la persona está infectada, pero en la muestra recogida no encuentra el virus. Esto es importante tenerlo en cuenta porque si alguien tiene un resultado negativo en la prueba de PCR no significa necesariamente que no esté infectado. Por el contrario, si alguien tiene un resultado de PCR positivo, es seguro que tiene COVID-19.
A veces queremos saber si la persona tuvo la infección en el pasado. Y las pruebas diagnósticas que miden IgG son las que comunmente se usan para este propósito. Nuestro cuerpo generalmente empieza a producir anticuerpos IgG de 10 a 14 días después de una infección. Se empiezan a producir durante la enfermedad, pero son mas fáciles de detectar después de haberse recuperado. Esta prueba de anticuerpos puede hacerse después de que una persona se ha recuperado de la infección o en personas que nunca tuvieron signos o síntomas pero quieren saber si han estado infectadas.
Hay que recordar que hay personas infectadas que nunca presentan signos ni síntomas. Una prueba de anticuerpos IgG positiva significa que estuviste infectado por el virus en el pasado, pero no nos dice cuándo fue esa infección. Si tienes anticuerpos IgG en sangre, podría significar que tienes algún nivel de protección contra futuras infecciones por SARS-coronavirus-2. Sin embargo, no sabemos cuánto dura la protección, ni cómo de buena es esa protección.
Si queremos detener la transmisión tenemos que encontrar a las personas infectadas, limitar el número de personas con los que tienen contacto para que la cadena de transmisión no continúe. Eso significa que la ventana de oportunidad para actuar y encontrar a las personas expuestas, a las personas infectadas pero que aún no están enfermas y pedirles que cambien su comportamiento limitando su contacto con otras personas para detener la transmisión, esa ventana de oportunidad, es muy corta. Por ello, nuestros sistemas de salud pública deben responder rápidamente.
Es importante conocer otro concepto llamado número reproductivo o R0. El número reproductivo es el número de personas que una persona infecciosa continuará infectando si todos aquellos con quienes tiene contacto son susceptibles a la enfermedad. Cuanto mayor sea el número reproductivo, más personas se infectarán en el transcurso de cualquier brote.
* Si el número reproductivo es 1, significa que cada persona infectada infecta sólo a otra persona; entonces, con el tiempo, el número de personas infectadas no cambiará, se mantendrá constante.
* Si el número reproductivo es menor de 1 las personas infectadas no infectarán a nadie; con el tiempo, el número total de personas infectadas disminuirá.
* Si el número reproductivo es 2, significa que cada persona infectada infectará a otras 2 personas; el número de personas infectadas aumentará muy rápidamente en el tiempo.
¿Cuál es el número reproductivo del COVID-19? En promedio, cada persona con COVID-19 infectará a 2 a 3 personas. Aunque pensemos que la diferencia entre 1 y 2 no es demasiada, la diferencia entre un número reproductivo de 1 y un número reproductivo de 2 es enorme en términos del número de personas que finalmente estarán infectadas. Entonces, todo lo que podamos hacer para intentar obtener un número reproductivo cercano a 1 nos ayudará a controlar la propagación de una enfermedad.
[Curso reproducido bajo Licencia de Atribución/Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 de Creative Commons]
1.1. Origen del Covid-19
El virus que causa COVID-19 se llama SARS coronavirus-2. Este virus se originó en murciélagos, es decir, los murciélagos son portadores de este virus y se infectan habitualmente.Pero el virus desarrolló una capacidad: desarrolló la habilidad de poder saltar a otra especie e infectar humanos (es lo que se llama zoonosis). Y después desarrolló otra capacidad: la de poder ser transmitido entre personas. Así es como se formó la pandemia que estamos viviendo ahora.
Estas habilidades de los coronavirus no son nuevas, este es el tercer coronavirus que conocemos desde 2002 que ha desarrollado estas capacidades. Todos ellos se originaron en murciélagos, pasaron a humanos, y ahora se pueden transmitir entre las personas:
a) El primero de estos virus causó el síndrome respiratorio agudo o SARS coronavirus. Apareció en Guangdong, China en 2002.
b) El siguiente fue el del síndrome respiratorio MERS coronavirus. Emergió en el Medio Oriente en 2012 y aún sigue causando brotes allí.
c) Recientemente, al final del 2019, el SARS coronavirus-2 apareció en Wuhan, China, y como el virus es similar al virus que causó el primer SARS-coronavirus, se le llamó SARS-coronavirus 2. COVID-19 es el nombre abreviado de esta enfermedad.
Los virus necesitan vivir en células, y después de replicarse en esas células, salen a infectar otras en el cuerpo.
1.2. Período de incubación y período infeccioso
El periodo de incubación es el tiempo desde que alguien se infecta hasta que desarrolla síntomas. El período de incubación de la COVID-19 puede ser de 2 a 14 días, pero 5 días en promedio. La mayoría de la población infectada con este virus tendrá signos y síntomas unos 2 - 14 días después de haberse infectado. Un 5% tendrá signos o síntomas en 2 días y el 50% en los primeros 5 días. A los 14 días, el 95% de todos los infectados habrán desarrollado signos o síntomas.El periodo infeccioso es el tiempo durante el cual alguien infectado puede transmitir el virus a otras personas. Éste se inicia 2 días antes de que empiecen a presentar signos y síntomas, y pueden infectar a otras personas hasta el final de su enfermedad. Podríamos decir que el final del periodo infeccioso (ya no son fuente de contagio) sería, al menos, 10 días después del inicio de la enfermedad, siempre y cuando sus síntomas estén mejorando, y si no han tenido fiebre en los últimos 3 días.
En las personas asintomáticas es más difícil definir su periodo infeccioso, pero asumimos que el periodo dura entre 10 a 14 días.
Por tanto, las personas pueden infectar a otras antes de manifestar la enfermedad (antes de saber que están enfermos), y especialmente el día que empiezan a sentirse mal, y de allí pueden continuar contagiando el virus a otros durante todo el tiempo en que estén enfermos. La duración varía entre unas personas a otras, pero será al menos de 7 días.
1.3. ¿Cómo se transmite el Covid-19?
Hay dos formas principales en que el SARS-CoV-2 se transmite entre personas:1) Como sabemos, las personas infectadas tienen el virus en el tracto respiratorio, en la boca, nariz, y garganta, y hay gotas pequeñas que salen de nuestra nariz y boca cuando hablamos, reímos, tosemos, estornudamos, e incluso cuando cantamos. A veces puedes verlas, pero a veces son tan pequeñas que no las percibes, pero están ahí de todos modos. Si alguien está infectado con SARS-CoV-2, esas gotas que salen pueden contener el virus, y si esas gotitas, aterrizan en la cara de otra persona, en su boca, nariz u ojos, pueden infectarla. Estas gotas pueden viajar hasta dos metros de distancia, de ahí la importancia de mantener esa distancia con otras personas. El uso de mascarilla también es importante, como barrera para que esas gotas no entren o salgan de nuestro tracto respiratorio.
2) La segunda forma de transmisión del virus es a través del contacto con superficies que contienen virus. Acabamos de ver cómo el virus está en las gotas respiratorias de personas infectadas, si esas gotas llegan a las superficies o a las manos de la persona infectada y esa persona toca una superficie como una mesa o un picaporte, puede dejar el virus en esa superficie. El virus puede sobrevivir o permanecer en esas superficies, y contaminar las manos de otras personas. Ahora, si tocas una superficie que contiene el virus, y luego te tocas la boca, nariz u ojos, te puedes infectar con el virus. Por eso lavarse las manos y limpiar es tan importante para evitar la transmisión.
Por tanto, la transmisión será más probable que ocurra cuanto más cercano sea el contacto con otra persona. Por "contacto cercano" nos referimos a personas que pasan 15 minutos o más a menos de 2 metros del paciente. Aunque la transmisión es más probable entre personas convivientes (porque tienen contacto físico y comparten espacios), es importante destacar que los contactos cercanos pueden no haber tenido nunca contacto físico como tal con el paciente, pero sí haber estado lo suficientemente cerca de él como para estar en riesgo de transmisión.
Los entornos de vivienda aglomerados (como prisiones, residencias estudiantiles, albergues para personas sin hogar, residencias de ancianos...) son lugares con alto riesgo para una propagación muy rápida, porque las personas viven muy juntas y comparten espacios comunes.
1.4. Signos y Síntomas del Covid-19
Es importante conocer la diferencia entre signos y síntomas. Los signos de una enfermedad son medidas objetivas (medibles) para caracterizar una enfermedad y pueden ser observados durante un examen físico. Por ejemplo, la fiebre, respirar más rápido de lo normal...Los síntomas, en cambio, no pueden ser medidos objetivamente, pero son lo que el paciente dice que está sintiendo. Por ejemplo, la fatiga (se sienten muy cansados), las náuseas, la pérdida del gusto o el olfato, el dolor muscular... La fiebre puede ser un signo o un síntoma, debido a que puede medirlo otra persona y puedes puedes notar cuando tienes fiebre.
Esta enfermedad es rara porque puede manifestarse con gran variedad de signos y síntomas, y ésto hace que sea difícil de clasificar. Además, algunas personas pueden no tener ningún síntomas, a ésto se le llama ser asintomático. Esto quiere decir que una persona puede ser infectada por SARS-coronavirus-2 y no saberlo. Se sienten bien, y están perfectamente sanos. Otros tienen síntomas leves, y los hay que tienen síntomas graves y se sienten muy enfermos. Ahí radica la complejidad.
Entre las personas que tienen signos y síntomas, hay muchos que son comunes en el COVID-19: fiebre, cansancio, fatiga, escalofríos, dolores musculares, tos... (Muchas personas piensan en COVID-19 como una enfermedad respiratoria, y piensan en la tos, pero no todos tendrán tos).
Personas que han tenido COVID-19 refieren pérdida del sentido del olfato o del gusto, dificultad para respirar y sensación de falta de aire. Este es el síntoma más grave del COVID-19. Algunos pueden tener dolor de cabeza y garganta.
Es importante tener en cuenta que las personas con COVID-19 pueden tener solo uno, unos cuantos, o todos estos signos y síntomas. Por tanto, no hay una forma única de definir COVID-19, pero hay que considerarlos todos. Muchos de estos signos y síntomas no son específicos del Covid, lo que significa que son frecuentes en otras infecciones también, y eso dificulta su diagnóstico sin una prueba específica.
Hay signos y síntomas que indican que la enfermedad está empeorando o progresando, como el aumento de la fiebre o la mayor dificultad para respirar. Los pacientes deben ir a urgencias inmediatamente si desarrollan alguno de los siguientes signos de alarma o síntomas:
* Si sus labios o cara se vuelven azulados, lo que significa que no tienen suficiente oxígeno.
* Si presentan aumento en la frecuencia respiratoria, lo que significa que respiran con mayor frecuencia de lo normal.
* Si tienen dificultad para respirar, significa que no tienen suficiente aire aunque respiren más rápido.
* Si tiene dolor al respirar.
* Si está durmiendo y se despierta porque se siente ahogado, o nota que le falta aire.
* Si presenta confusión, está desorientado, o si es difícil de despertar.
Una de las maneras por las que COVID-19 produce enfermedad grave y muerte es porque se afectan los pulmones. En los pulmones recibimos el oxígeno para todo el cuerpo y si no funcionan adecuadamente no podemos obtener suficiente oxígeno.
1.5. Factores de riesgo de enfermedad grave
Algunas personas tienen más probabilidad de enfermar gravemente si se infectan. En particular, los adultos mayores de 65 años, y ese riesgo aumenta con la edad. (Aunque hay que reseñar que a veces, personas jóvenes con buena salud también pueden enfermar gravemente. Es muy poco probable que los niños tengan enfermedad grave, pero a veces ocurre).Otras condiciones médicas preexistentes que aumentan el riesgo de sufrir COVID-19 grave incluyen:
* Diabetes, hipertensión, cualquier tipo de enfermedad pulmonar como asma, enfisema o EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
* Obesidad.
* Las personas con enfermedad cardíaca, hepática y enfermedad renal.
* Personas con sistema inmune débil presentan mayor riesgo, y algunos tienen sistemas inmunes débiles porque toman medicamentos como corticoides u otras que afectan la función del sistema inmune.
Si alguien tiene VIH y toma medicación y su infección por VIH está controlada, no tienen un riesgo aumentado de COVID-19 grave.
1.6. ¿Cómo mata el Covid-19?
Si los pulmones no pueden recuperarse, porque el virus los daña demasiado y el paciente no puede respirar, es una forma de morir por COVID-19.Otra, es por falta de oxígeno, si los pulmones no funcionan adecuadamente, no llega suficiente oxígeno al cuerpo y eso puede dañar muchos otros órganos. Y para sobrevivir necesitas que tus órganos funcionen. El daño a esos órganos puede aumentar el riesgo de un ataque al corazón, fallo renal, ataque cerebrovascular o problemas de la coagulación, y todos ellos pueden causar la muerte por COVID-19.
Hay personas con mayor riesgo de morir, depende en general de tu estado de salud antes de enfermar y también del acceso a atención médica.
Como hemos dicho, la muerte por COVID-19 en personas mayores es más común y aumenta con la edad.
Cuando pensamos en el riesgo de transmisión, las residencias de ancianos realmente representan el peor de los escenarios. Esto se debe a que hay, por supuesto, personas viviendo juntas en espacios reducidos, con contactos frecuentes entre ellas, pero también a que representan un grupo de personas de muy alto riesgo de enfermedad grave debido a la edad avanzada, y a condiciones de salud subyacentes múltiples que implican un aumento del riesgo de enfermedad grave. El personal tiene un mayor riesgo también, porque están en contacto estrecho con los pacientes. Y lo que es más importante, las residencias de ancianos no son hospitales, y por lo tanto no están equipadas para proporcionar tratamiento a personas que desarrollan infecciones graves.
Actualmente no existe tratamiento específico para curar el COVID-19. Pero los científicos están trabajando duro y lo más rápido posible para encontrar tratamientos. El mejor tratamiento que tenemos ahora mismo es tratamiento de soporte, para mantener las funciones del cuerpo mientras el sistema inmune vence a la infección. Muchos pacientes con enfermedad pulmonar y enfermedad pulmonar severa necesitan ayuda mecánica (respirador artificial) para respirar.
1.7. Diagnóstico del Covid-19
Hay dos tipos de pruebas de laboratorio usadas para diagnosticar esta enfermedad:Una es una prueba diagnóstica para identificar el virus en el cuerpo. Se le llama PCR, que significa reacción en cadena de la polimerasa. Es una reacción química de laboratorio que trata de encontrar el virus. También se llama prueba molecular y muestra que el virus se está reproduciendo en las células.
El otro tipo de prueba son las pruebas de anticuerpos, que identifican anticuerpos contra el virus, generalmente en la sangre. Los anticuerpos los produce tu sistema inmune para luchar contra virus o bacterias. Podemos identificar anticuerpos específicos a este virus en la sangre. Algunos anticuerpos, llamados IgG, empiezan a desarrollarse cuando enfermas, pero son identificados una vez te has recuperado.
Cuando buscamos una infección activa generalmente hacemos PCR en personas con signos o síntomas de la enfermedad. La prueba PCR detecta el ARN del virus, es decir, el material genético del virus. Esto nos indica esencialmente si el virus está en la sangre replicándose en el cuerpo. Generalmente se toman muestras con un hisopo, de la nariz, garganta, o boca, de algún lugar en el tracto respiratorio, ya que es ahí donde al virus le gusta replicarse en el cuerpo.
No hay una prueba perfecta, lo que significa que a veces los resultados de la prueba pueden estar equivocados. A veces hay resultados falsos, lo que significa que la persona está infectada, pero en la muestra recogida no encuentra el virus. Esto es importante tenerlo en cuenta porque si alguien tiene un resultado negativo en la prueba de PCR no significa necesariamente que no esté infectado. Por el contrario, si alguien tiene un resultado de PCR positivo, es seguro que tiene COVID-19.
A veces queremos saber si la persona tuvo la infección en el pasado. Y las pruebas diagnósticas que miden IgG son las que comunmente se usan para este propósito. Nuestro cuerpo generalmente empieza a producir anticuerpos IgG de 10 a 14 días después de una infección. Se empiezan a producir durante la enfermedad, pero son mas fáciles de detectar después de haberse recuperado. Esta prueba de anticuerpos puede hacerse después de que una persona se ha recuperado de la infección o en personas que nunca tuvieron signos o síntomas pero quieren saber si han estado infectadas.
Hay que recordar que hay personas infectadas que nunca presentan signos ni síntomas. Una prueba de anticuerpos IgG positiva significa que estuviste infectado por el virus en el pasado, pero no nos dice cuándo fue esa infección. Si tienes anticuerpos IgG en sangre, podría significar que tienes algún nivel de protección contra futuras infecciones por SARS-coronavirus-2. Sin embargo, no sabemos cuánto dura la protección, ni cómo de buena es esa protección.
1.8. La importancia de detener la propagación
Parar la transmisión es realmente la mejor manera que tenemos para disminuir el impacto de esta pandemia. Repasemos lo que sucede cuando alguien se infecta: desarrollan signos y síntomas de enfermedad, generalmente alrededor de 5 días después de infectarse, y hasta 14 días después. Pueden infectar a otros 2 días antes de enfermar, y específicamente el día que enferman. Y siguen teniendo capacidad de infectar a otros mientras tengan signos y síntomas, durante al menos 7 días.Si queremos detener la transmisión tenemos que encontrar a las personas infectadas, limitar el número de personas con los que tienen contacto para que la cadena de transmisión no continúe. Eso significa que la ventana de oportunidad para actuar y encontrar a las personas expuestas, a las personas infectadas pero que aún no están enfermas y pedirles que cambien su comportamiento limitando su contacto con otras personas para detener la transmisión, esa ventana de oportunidad, es muy corta. Por ello, nuestros sistemas de salud pública deben responder rápidamente.
Es importante conocer otro concepto llamado número reproductivo o R0. El número reproductivo es el número de personas que una persona infecciosa continuará infectando si todos aquellos con quienes tiene contacto son susceptibles a la enfermedad. Cuanto mayor sea el número reproductivo, más personas se infectarán en el transcurso de cualquier brote.
* Si el número reproductivo es 1, significa que cada persona infectada infecta sólo a otra persona; entonces, con el tiempo, el número de personas infectadas no cambiará, se mantendrá constante.
* Si el número reproductivo es menor de 1 las personas infectadas no infectarán a nadie; con el tiempo, el número total de personas infectadas disminuirá.
* Si el número reproductivo es 2, significa que cada persona infectada infectará a otras 2 personas; el número de personas infectadas aumentará muy rápidamente en el tiempo.
¿Cuál es el número reproductivo del COVID-19? En promedio, cada persona con COVID-19 infectará a 2 a 3 personas. Aunque pensemos que la diferencia entre 1 y 2 no es demasiada, la diferencia entre un número reproductivo de 1 y un número reproductivo de 2 es enorme en términos del número de personas que finalmente estarán infectadas. Entonces, todo lo que podamos hacer para intentar obtener un número reproductivo cercano a 1 nos ayudará a controlar la propagación de una enfermedad.
[Curso reproducido bajo Licencia de Atribución/Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 de Creative Commons]