Ir al contenido principal

¿Qué está fallando?

Los contagios están disparados en toda España y estamos viviendo una espiral sin fin de prohibiciones, restricciones, toques de queda y confinamientos perimetrales. Y ahora, la sombra del encierro domiciliario planea sobre nuestras vidas como medida imprescindible para frenar en seco al virus. No podemos esperar a que llegue la vacuna para salvarnos, entre otras cosas, porque tampoco será la varita mágica que nos saque de ésto. ¿Qué está fallando?

La primera ola nos enseñó algunas cosas que nuestro gobierno, ni aplica con contundencia, ni en todas partes, y que son indispensables para cortar los contagios. Según The Lancet dos fallos gordos de nuestra desescalada fueron las carencias en el rastreo y la falta de criterios claros a la hora de levantar las restricciones. Son medidas estructurales que pasan por el refuerzo de las capacidades del sistema, y que siguen sin realizarse.

Yo también hice mi propio análisis a mediados de julio, en el artículo "No han aprendido nada". Pero hay más errores que España sigue cometiendo, según los expertos:

Un rastreo poco exhaustivo

El rastreo de contactos es una de las patas clave de la estrategia para controlar el virus, la primera barrera de contención que, cuando falla, acaba dando lugar a un brote explosivo de casos. Sirve para identificar las cadenas de transmisión y romperlas mediante el aislamiento de los positivos, pero España sigue sin tener un número suficiente de rastreadores.

Aún así, para que el rastreo sea eficaz, se necesita también una estructura de Salud Pública coordinada que haga un análisis profundo y exhaustivo del mapa de contagios. No se trata solo dar un listado de nombres a una persona en un call center, sino hacer también un análisis retrospectivo, que implica intentar averiguar quién ha infectado al caso primario.

Una Atención Primaria en colapso

El aumento de los contagios llevó a finales de verano a los centros de salud al límite. En agosto, y otra vez en octubre, todas las sociedades médicas se unieron para dar la voz de alarma ante lo que consideran la crónica de una muerte anunciada que acabará en colapso. La presión está ahora en los hospitales, pero la Atención Primaria no ha dejado de estar sobrecargada en la mayor parte de territorios.

Los hospitales tienen planes de contingencia y Sanidad obliga a las Comunidades a tener la previsión de poder aumentar las camas UCI en un máximo 5 días, pero en los centros de salud no hay una regla unificada ni numérica.

La tensión en atención primaria se mantiene sin apenas contrataciones y con plantillas agotadas, a pesar de que es considerada la pieza clave para atajar los rebrotes y una de las áreas sanitarias más perjudicadas por los recortes de la última década. Este 2020, España tiene un déficit de 11.100 médicos y 87.000 enfermeras.

De hecho, ante la carencia de recursos humanos y materiales, y la precariedad de los contratos laborales, el personal sanitario se ha movilizado en distintos puntos de nuestra geografía para reivindicar más medios que garanticen una atención sanitaria segura y de calidad. Porque el problema no es que falten profesionales, sino que faltan profesionales que quieran trabajar con las condiciones que se están ofreciendo: contratos basura y precarios, sin ningún tipo de estabilidad.

Tampoco es de recibo que pacientes con otras patologías queden olvidados a causa del coronavirus. Pasó en la primera ola, y ahora vuelve a repetirse. Muchas Comunidades, como Andalucía, han anunciado el cierre de quirófanos a causa de la nueva oleada de Covid.

Sin intervención comunitaria y social en los barrios

Ser capaces de acercar la salud pública a la gente es todavía un reto en nuestro país. O, al menos, hacerlo de forma generalizada. En líneas generales, se trata de diseñar una estrategia de comunicación y acercamiento mediante trabajadores sociales o mediadores culturales que acudan puerta a puerta a informar, comunicar que se debe cumplir la cuarentena (contando con las condiciones para ello, como hoteles a disposición de los ciudadanos para aislarse en caso necesario), y para resolver dudas. Es tarea de los centros de salud, pero con la precariedad de la estructura y la falta de profesionales, no se está haciendo.

No basta con prohibir, restringir, obligar... y multar. Hay que conseguir que la población se involucre, que colabore porque lo ve importante, que entienda cuáles son los mecanismos de transmisión del virus, qué mascarillas se pueden usar, por qué se debe respetar la cuarentena, o por qué es importante quedarse en casa aunque se haya dado negativo.

Si se hubieran hecho campañas de concienciación en este sentido, no habría habido necesidad de aniquilar toda vida social de los ciudadanos, criminalizando a los jóvenes por salir a divertirse tras pasar 3 meses de arresto domiciliario, a las familias por querer reencontrarse, ni a los sectores del ocio noctuno, la hostelería y la restauración, que intentan sobrevivir como pueden a la crisis económica.

Mensajes confusos y contradictorios

El esfuerzo que Gobierno central y comunidades hacen en explicar qué medidas se toman, cuándo y por qué, es insuficiente y genera mucha confusión. Por no hablar de que muchas de las restricciones son ilógicas y contradictorias. Por ejemplo, la gente no entiende que se prohíban reuniones de más de 6 personas y no se impida viajar en un transporte público atestado. Para colmo, la recomendación para el no-contagio en el metro o autobús es ir calladitos. Parece un chiste de mal gusto y ésto hace que el resto de medidas también se tomen a pitorreo y no se cumplan.

Tampoco existe una homogeneidad en las medidas, ahora que la gestión en la pandemia recae en las comunidades autónomas. Al final, en nuestro país de 17 Reinos de Taifas, la gente no sabe lo que puede o no hacer. ¿Por qué el toque de queda empieza a las 22 o a las 00h, teniendo indicadores epidemiológicos similares?

Los mensajes deben ser suficientemente claros, inequívocos y coherentes entre sí, así como acordes y proporcionales a la gravedad de la situación.

La pugna política

Gestionar la pandemia de coronavirus en medio de un tira y afloja político puede poner en peligro el cumplimiento de las medidas. Y en España, hemos asistido a varios capítulos. El más claro fue en Madrid, con el enfrentamiento entre Isabel Díaz-Ayuso y Pedro Sánchez ante la escalada de contagios de la CAM en octubre, a pesar de la escenificación de un acuerdo que saltó por los aires apenas unas horas después y que acabó en una demostración de fuerza del gobierno central a través de la declaración de un estado de alarma en la comunidad madrileña.

Es inadmisible que las medidas se hayan politizado y que el panorama esté inundado de cuestiones políticas e ideológicas que solo provocan que perdamos el foco de la salud pública, y que van en contra del control de la pandemia.

El teletrabajo, olvidado

A pesar de que fueron muchas las empresas que trabajaron en remoto durante la primera ola, con la 'nueva normalidad', el teletrabajo ha quedado en un segundo plano y ahora esas mismas empresas obligan a sus empleados a acudir presencialmente a la oficina.

El teletrabajo también ha sido olvidado a nivel gubernamental (a pesar de que se ha redactado una ley para regularlo), pero se ha quedado en una mera recomendación en el nuevo Plan anti-Covid aprobado por Sanidad y el Consejo Interterritorial de Salud.

Ante el incremento de contagios en todo el país, el teletrabajo debería ser obligatorio cuando se pueda, ya que es un elemento decisivo para reducir la movilidad.

Falta de anticipación

Hay una total falta de anticipación a la hora de decretar medidas. En España vamos -desde el comienzo- por detrás del virus; se imponen restricciones al límite, cuando los contagios ya están disparados, de forma precipitada y sin pensar en sus consecuencias. Esta tardanza en implantar medidas lo único que hace es que tengan que ser mantenidas durante más tiempo, causando el hartazgo de la población. Es necesario tomar medidas de restricción de movilidad mucho antes de que se colapsen los sistemas de rastreo y la Atención Primaria.

Esta falta de previsión también queda patente en la ausencia de planificación sanitaria: no hay acopio de material sanitario ni contrataciones de médicos y enfermeras. El CSIC denunció el 4 de noviembre que en el sector de Sanidad y Servicios Sociales se han destruido 17.548 empleos en septiembre y octubre, debido a la reincorporación de profesionales tras las vacaciones de verano. Esta destrucción de empleo durante dos meses consecutivos es inadmisible en un sector fundamental para combatir los efectos del coronavirus, teniendo en cuenta la evolución de la pandemia en nuestro país, y deja patente el cortoplacismo en las políticas sanitarias (se contrató personal temporal SOLO para cubrir vacaciones, sin tener en cuenta las necesidades de la segunda ola, que con seguridad se sabía que iba a llegar) .

Escasa apuesta por los exteriores

Otra de las cosas en las que coinciden todos los expertos es en la falta de apuesta de España por el exterior. Los interiores son un peligro y hay que huir de ellos, pero aquí lo primero que se ha hecho es cerrar parques, y mantener prácticamente los mismos aforos dentro y fuera de los bares y restaurantes (50% en interior, 60% en terrazas). Ahora que la situación ya es insostenible, muchas Comunidades han decretado un cierre tajante del sector.

Falta de vigilancia y datos reales

Las cifras siguen siendo un quebradero de cabeza, aún se continúa limpiando y corrigiendo la serie, y las comunidades siguen notificando casos con un enorme retraso, de forma que el dato diario de contagios sigue siendo inferior al real. Y los constantes cambios que impone Sanidad en el sistema de recuento tampoco son de ayuda.

Los especialistas señalan la falta de un cuerpo potente de salud pública que se encargue de la vigilancia epidemiológica y de la recopilación de datos.







Entradas populares de este blog

#GobiernodeChapuzas: 50 errores imperdonables

Los errores e improvisaciones del Gobierno de España en la gestión de la pandemia por coronavirus vienen siendo constantes y gravísimos. Parece que la ciudadanía comienza a "despertar" y se está empezando a dar cuenta de tanta negligencia, y hartos de ello,  en las redes sociales los hashtags #GobiernodeInutiles, #GobiernodeChapuzas, #SánchezVeteYa y #GobiernoDimision son tendencia desde hace días. Incluso se han celebrado varias manifestaciones virtuales ciudadanas para protestar contra las medidas y actuaciones del gobierno de coalición, llegando a pedir su dimisión en bloque. Pero la ineficacia de nuestros dirigentes ha traspasado fronteras . Medios internacionales como el diario británico  The Guardian ha criticado la pésima gestión de Pedro Sánchez, y la prensa alemana también se ha hecho eco de ello diciendo que " España deberá preguntarse cómo pudo ocurrir algo así ". Incluso la OMS pone a España como ejemplo de lo que NO hay que hacer. Un informe in...

CoronaHumor: meteduras de pata y frases épicas de nuestros ministros

Resulta alucinante la incultura e ineptitud de nuestros gobernantes y dirigentes. Es para llevarse las manos a la cabeza. ¡Dios mío, en manos de quiénes están nuestras vidas! Sea por el motivo que sea, en las carreras de los personajes públicos hay escándalos mayúsculos y meteduras de pata muy difíciles de olvidar y, por supuesto, objeto de memes y burlas. Éstas son algunas de las frases épicas de nuestros políticos, ministros y científicos "expertos" en relación al coronavirus: La Ministra de Trabajo y los ERTE En éste vídeo la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, trata de aclarar las dudas de los periodistas sobre los ERTE. ¡De auténtica vergüenza! La explicación ha suscitado numerosos memes como esta parodia , que se ha hecho viral, en la que la actriz Toni Acosta hace un paralelismo cambiando el tema de los ERTE por los ERCE (expediente de regulación de cumpleaños encerrados) . El coronavirus "D-iciembre 2019" de Ayuso La preside...

El populismo casposo de Podemos

Populista es todo aquel que promueve, en la lucha política, la división social en dos grupos homogéneos y antagónicos ("ciudadanía" vs "casta") y aplica políticas autoritarias revestidas de democracia . La irrupción de movimientos populistas ha tenido consecuencias importantes sobre nuestro sistema politico de partidos: la fragmentación del panorama electoral, la polarización ideológica, la acentuación de dinámicas centrífugas en la competición política, y un 'efecto contagio' que ha afectado a las formas e ideas de los partidos tradicionales. Nuestros regímenes democráticos son regímenes de opinión pública a través de la cual, el populismo va calando entre unos gobernantes que no quieren ser "impopulares". De este modo se va imponiendo la opinión de una mayoría no cualificada ni suficientemente informada . Tras las últimas elecciones, el PSOE pasó de negarse a pactar con Podemos (por considerarlo un partido populista destinado a transformar...